Alzapiernas está cansada de obras. Prácticamente desde que comenzaran los trabajos para instalar una escalera mecánica no han cesado. Al poco tiempo de terminar esta actuación comenzó otra para renovar el cableado que afecta a Paneras, a los primeros números de Alzapiernas y al inicio de la plaza de la Concepción. Todavía continúa. Se inició por Paneras y la semana pasada se empezó a actuar en la esquina de esta calle con Alzapiernas. Desde entonces la tapería Los Ibéricos no puede instalar la terraza. Tuvieron además que cerrar el negocio tres días porque una zanja justo en la puerta de entrada impedía el acceso al mismo. No pueden más.

«Nos dijeron que iban a durar tres días y no es así. Nosotros no podemos poner la terraza porque tenemos delante unas vallas. Nos perjudica mucho porque hay muchos clientes a los que les gusta sentarse en la terraza y al no tenerla se marchan. Hemos tenido días muy malos», explica Mariví Márquez, responsable del establecimiento. A esto se une además que los trabajos han anulado una de sus puertas de entrada (en estos momentos al negocio solo se puede acceder por Paneras). Calculan que desde que la actuación que ejecuta Iberdrola se trasladara a Alzapiernas y Concepción sus cajas se han reducido hasta en un 30%.

El problema es que las pérdidas se acumulan desde meses atrás, concretamente desde que comenzara la obra para instalar una escalera mecánica en Alzapiernas, actuación que duró ocho meses. Se inauguró en septiembre y un mes después comenzaron esta otra para renovar el cableado. Aseguran que en lo que va de año solo han podido instalar la terraza dos meses escasos, el tiempo en que se interrumpieron los trabajos en la calle Alzapiernas desde Semana Santa hasta Womad. La próxima semana solicitarán una reunión con el ayuntamiento para exigir que ese año no se les cobre la tasa de terrazas, que debe abonarse en el mes de diciembre, o al menos que se les haga una reducción de la misma. Pagan unos 700 euros al año por instalar sus mesas y sus sillas en la vía pública. «El anterior equipo de gobierno nos dijo que no la íbamos a pagar pero queremos hablar con el nuevo ayuntamiento y explicarles todo», afirma Mariví Márquez.

DESPIDOS / Durante la obra de Alzapiernas se vieron obligados a despedir a una persona debido a la bajada del número de clientes. Había días que hacían cero euros de caja. Entonces solicitaron una compensación por las pérdidas económicas pero el consistorio ya les confirmó que esta opción no era posible. Sí se ha comprometido, en cambio, a dinamizar la zona para conseguir atraer a un mayor número de clientes y ayudar así a compensar lo que han perdido.

Por otro lado, por el momento no hay novedades en cuanto a la modificación del proyecto de Alzapiernas obligada por la Junta de Extremadura por no cumplir la normativa de accesibilidad. El ayuntamiento ya ha anunciado que intentará buscar otras soluciones antes de volver a levantar la calle. Por el momento ha pedido asesoramiento a la Oficina Técnica de Accesibilidad de Extremadura (Otaex) sobre cómo acometer la obra, pero aún no se ha pronunciado.