"Los hosteleros de esta zona vivimos, sobre todo, de la Feria de Día y de Navidad. La gente va a donde está el sarao. Y aquí lo tenemos en esas dos fechas". Ruth María Rodríguez, del restaurante Orense, es una de las caras más visibles del enfado del sector hostelero de la zona centro. Su local lleva ubicado en Obispo Ciriaco Benavente más de 35 años, por lo que ha vivido las nueve ediciones anteriores de la celebración. "Queremos poner la calle bonita y lucirnos durante estos cuatro días. Aunque ni eso nos van a permitir...", se resigna.

Ruth recuerda que ya ha tenido otros problemas durante la celebración de la Feria de Día otros años. "Tengo ganada una sentencia judicial por una barra que puse en el exterior, pero dentro del establecimiento", dice, y se queja de los argumentos municipales que no le permiten montar una en esta edición. "No nos han dado motivos lógicos ni aparentes. Nadie del ayuntamiento se ha comunicado con nosotros para decirnos lo que se puede o no se puede hacer".

La dueña del restaurante Orense lamenta también la negativa a cortar el tráfico en su calle y en las colindantes durante los días de feria. "Se debería permitir, aunque sólo sea por la seguridad ciudadana", argumenta. Y reclama, por último, que puedan adornar la calle al antojo de los hosteleros y con motivos feriantes. "Cualquier pueblo de Extremadura o las ciudades como Badajoz o Mérida engalanan sus calles por las fiestas. ¿A quién le hace mal poner bonita la calle?‡" se pregunta Ruth, que ya tiene pensada una solución. "Yo me pongo el traje en mi restaurante, pongo la música y hago la fiesta aquí dentro".