El local que dejó el Bingo Cánovas se convertirá en una sucursal bancaria. Será La Caixa la encargada de reemplazar la actividad del emblemático negocio, según confirman a este diario fuentes de la entidad bancaria, aunque no precisan una fecha concreta de apertura.

De momento, los operarios trabajan desde hace semanas para acondicionar el local que hace esquina con avenida de España y Clemente Sánchez Ramos y que acogió durante décadas la icónica sala de juego hasta que cerró hace ya más de un año. Previamente, los trabajadores se han encargado de vaciar el local, prácticamente diáfano, y de retirar el mobiliario anterior. Han reformado suelos, paredes e instalaciones eléctricas y en esta última semana ya han instalado las cristaleras en la fachada que permiten ver el interior del local. Coincide la tarea de estos operarios con la que llevan a cabo en la misma vía desde hace también semanas los encargados del proyecto aprobado por el ayuntamiento para peatonalizar las calles anexas a San Pedro de Alcántara.

Cuando esté operativa esta oficina será la segunda que abre La Caixa en una distancia de menos de 500 metros. La otra sucursal se encuentra en en cruce de San Antón y Comandante Sánchez Herrero, también ubicada en otro local del imaginario de los cacereños porque albergó durante años la casa de fotografía González. No precisa la entidad de momento tampoco si reubicará esta oficina después de que se produzca la apertura de la de Cánovas. Aparte, la Caixa mantiene sus sucursales también en Gil Cordero y la avenida Isabel de Moctezuma.

Cabe recordar que el Bingo Cánovas fue un emblema para el ocio de los cacereños en los últimos treinta años. La empresa fue constituida el 11 de diciembre de 1990 como sociedad anónima dentro del convenio de juegos de azar y apuestas. Durante años funcionó como bingo y en 2016 fue adquirida por el Grupo Ballesteros, una empresa del juego con 27 salas en el país. Unos meses antes de su cierre fue absorbida por Sportium, y aunque también se mantuvo el juego tradicional, finalmente bajó la persiana de forma definitiva coincidiendo con el auge de las salas de juego en la capital cacereña. Tras su cierre, en la ciudad solo sobrevive el bingo Estadio, ubicado en la avenida Portugal, que también combina apuestas tradicionales con nuevos modelos virtuales.