Cuando el viajero llega a la plaza Mayor, epicentro del turismo en Cáceres, no encuentra un solo aseo público. En todo el entorno monumental solo puede recurrir a los baños de San Jorge y, quien los descubre, a los del Palacio de Carvajal. Algunos se toman un café en los bares de la plaza para usar sus servicios, pero las excursiones suelen pedir el favor y desde niños a mayores entran en bandada a los aseos de la hostelería, muchos sin consumir nada. Cada persona que usa el wc gasta luz, agua, jabón y papel, y va mermando la higiene de unas instalaciones que los negocios desean mantener limpias para los clientes.

Por todo ello, los propietarios de los bares y restaurantes de la plaza piden al ayuntamiento la reapertura cuanto antes de los baños públicos de la plaza, ubicados a pocos metros de la Oficina de Turismo, que se cerraron en 2013 por una avería y que acumulan siete años fuera de funcionamiento, los mismos que llevan los bares viviendo esta situación. Además de los turistas, los propios ciudadanos que no encuentran un aseo que les alivie en la plaza recurren a los bares, una práctica que se multiplica en eventos como el Womad. El asunto se complica con el covid, ya que los bares tienen el aforo limitado (temen que por mucho tiempo) y no se pueden permitir la entrada de personas que no consuman. Y lo más importante: los baños deben permanecer lo más higienizados posibles.

YA NO PUEDEN ASUMIRLO / La petición parte de la nueva Asociación de Hosteleros de la Plaza Mayor, que se ha reunido y ha pedido a la también nueva Agrupación de Hosteleros de Cáceres que traslade esta petición al alcalde en sus reuniones sobre los efectos del covid. «Hasta Cáceres llegan autobuses de turistas que necesitan ir al servicio y se producen entradas masivas en los bares, nos ha dado apuros de no permitirlo. Nosotros asumimos ese coste para los clientes consumidores, pero ahora, con la nueva situación, ya no podremos asumirlo para todos los que entren sin consumir», indica Carlos Talaván, titular de la tapería La Majá.

Además, no todo el mundo se comporta. Los locales de esta zona especialmente concurrida han tenido que atender a gente ebria en los baños y les han llegado a robar hasta las bombillas. Por ello, y sobre todo por el coronavirus, estudian la posibilidad de poner carteles donde se reserven el derecho de admisión para que, dados los límites de aforo, solo accedan personas que efectivamente van a hacer un gasto en el local.

Emilio Rey, titular del restaurante El Pato, también destaca la necesidad de que reabra el baño público, «porque además puede crear algún empleo, que falta hace», plantea. Por la ubicación de su local, son muchos los que tratan de acceder a sus aseos. «Me duelen especialmente los niños, bajan en verano con los campamentos y no tienen un baño, entran en los bares veinte a la vez», señala.

Consultado sobre este asunto, desde el ayuntamiento cacereño explicaron ayer que la reparación del aseo público por fin se contempla en el presupuesto municipal de 2020 y que se llevará a cabo lo antes posible.