Es el sacerdote más joven de la ciudad. A sus 27 años, este cacereño nacido en Pescueza ocupa el cargo de vicario parroquial de San Mateo y ha apostado por los inmigrantes como su labor pastoral.
¿Cómo llegó a Cáceres?
-- Pertenezco a la congregación de la Preciosa Sangre. Estudié en Madrid y terminé en el seminario de Cáceres.
¿Qué le mueve a trabajar con personas inmigrantes?
-- En la parroquia trabajo con jóvenes en temas sociales. Veíamos que había que hacerlo porque hay unas carencias enormes con mujeres y niños.
¿De qué países proceden?
-- Gambia, Kenia, Marruecos, Argelia y Latinoamérica.
¿En qué situación llegan?
-- Al límite. No saben ni dónde quedarse ni dónde comer.
¿Los inmigrantes son los nuevos pobres del siglo XXI?
-- Sí, es una de las pobrezas más grandes. En Cáceres hay muchos y vendrán más porque otras ciudades están saturadas.
¿Qué atención prestán?
-- Atendemos a mujeres y también si vienen con hijos. Ayuda educativa y a nivel humano.
¿Cuál es el caso humano que más le ha impactado?
-- El de una madre que se ha querido suicidar cuatro veces y que tiene tres hijos.