--¿Cómo fueron sus inicios en la política?

--Casi por casualidad. Me afilié al PP en el año 95, conocía mucho a José María Saponi y me animó a que me presentara con él en su lista en el 99.

--Y Saponi le encargó llevar la concejalía de cultura... ¿qué gestiones desempeñó?

--En mi etapa creamos el festival de música antigua porque creíamos que la ciudad necesitaba un festival en esta línea, y de hecho hubo una respuesta muy positiva. En el año 2000 empezó a funcionar la feria del libro como se pudo, no como está hoy porque se ha ido potenciando más. También se consiguió declarar a la Semana Santa como Fiesta de Interés Turístico Nacional, gracias a que antes había sido declarada regional, es decir, alguien antes que yo había pensado que se tenía que potenciar.

--¿En qué sentido ha cambiado el ambiente cultural?

--En paralelo a como lo hace la sociedad, aunque hay cosas que se mantienen. El Womad ha resistido muchos cambios y permanece porque hay un porcentaje de población a la que le gusta. Creo que cambia más lo externo, lo anecdótico.

--Como por ejemplo, ¿el hecho de vivir en una crisis?

--Yo soy de la opinión de que no debe existir el gratis total, tampoco en la cultura. Las subvenciones en muchos casos no son positivas, porque el público que quiera ver una buena obra de teatro tendrá que pagarla, como una caña o un café. El ciudadano tiene que saber que todo tiene un valor y un costo.

--En el caso de Cáceres, ¿qué valor cultural se debe potenciar?

--La ciudad monumental, porque es un conjunto extraordinario que hay que saber conservar como lo han hecho las generaciones anteriores. No se puede convertir en un museo muerto, sino hay que llenarla de actos culturales que no la deterioren, como pasa con el festival de música antigua y el de teatro clásico.

--Usted fue catedrático de literatura en un instituto, ¿qué opinión tiene de la educación?

--La educación es el eterno problema. Los sistemas educativos que hemos tenido quizás no han sido lo suficientemente buenos porque el interés de los alumnos es menor, los profesores tienen muchos más problemas que antes y el fracaso escolar es enorme. Siempre he estudiado y ejercido en la enseñanza pública, nada ha hecho tanto a favor de la enseñanza privada y en contra de la pública que los sistemas educativos de los últimos 30 años que no han funcionado. Si la enseñanza pública tuviera grandes resultados tendría menos apetencia la privada.

--Volviendo a la política, ¿cómo fue su etapa de subdelegado?

--Radicalmente distinta a la de concejal. La concejalía es el contacto directo con el ciudadano y la subdelegación no es de un contacto permanente. Como subdelegado tenía que preocuparme de que las inversiones del gobierno central en la provincia funcionasen bien. En esos años comenzó la construcción de diversos tramos de lo que hoy es la autovía de la plata A-66, como el de Plasencia-Cañaveral, Aldea del Cano-Mérida o Cañaveral-Monroy. Esos años no fueron nada malos económicamente, se producían muchas inversiones.

--Y de ahí pasó a la presidencia de la junta local...

--A los pocos meses de dejar la subdelegación me nombraron secretario de la junta local, y después de un año fui elegido prácticamente por unanimidad presidente de la junta local. Esta experiencia fue muy bonita e interesante por el contacto vivo y directo con los ciudadanos, sobre todo a través de sus asociaciones, para conocer los problemas y transmitirlos al ayuntamiento. No suponía ningún problema tener una buena coordinación con el grupo municipal.

--Pero también ha sido diputado provincial con el PP...

--Así es, mi última actividad de política activa (2007-2011). En la diputación estábamos en la oposición y tampoco había mucho que hacer. Lo que hacíamos, sobre todo, era visitar pueblos para detectar las necesidades. A mi me tocó la comarca de Valencia de Alcántara.

--¿Cómo ha cambiado la ciudad en todos estos años?

--En Cáceres veo que hay las mismas cosas que hace 20 años, como el Womad, el festival de música antigua o la Semana Santa. La veo más o menos igual que la he visto siempre. Las administraciones tienen que ser fundamentalmente canalizadoras y potenciadoras de lo que la ciudadanía quiere y pide. Las administraciones no pueden inventarse las cosas, hay que ser perspicaz para ver lo que la ciudadanía pide y desea, y tratar de darlo y canalizarlo con inteligencia.

--Parece que tiene mucha confianza en el ciudadano...

--Yo creo mucho en la libertad y en la iniciativa personal, me considero de ideología y pensamiento liberal porque el ciudadano no es tonto y sabe bien lo que quiere.