TLticenciado en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca. Lo suyo siempre fue el dibujo hasta que decidió ampliar sus horizontes, formarse en otras técnicas y trasladarse a Madrid para dedicarse a la docencia y aumentar sus posibilidades. Enamorado de su profesión, creativo, inquieto, pasional, un gran artista. Aunque él se define como un descriteriado y auténtico desastre, en realidad es un ordenado desordenado, él sabe dónde tiene sus cosas, los demás mejor que no las busquen. Imperiosamente sincero, noble, leal a sus amigos, familiar, extrovertido, aunque con los años cada vez menos, crítico, políticamente incorrecto... Si uno llega a una fiesta y se encuentra cuerpos pintados, no duden que por allí cerca está Paco Rosco. Un inmenso placer, Paco.

--¿Dónde nace Paco?

--En Cáceres, en el año 1983. Me crio en la calle Alcántara, cerca de la plaza de Toros, junto a mi madre Luisa y mis abuelos, Cecilia y Lucas el practicante, como le conocen en esta ciudad.

--¿Un rincón de su ciudad?

--El Parque del Príncipe, en especial la parte que está más cerca de Aguas Vivas.

--¿Un lugar dónde desconectar y recargar pilas?

--¡Madrid! Cualquier sitio de la capital, el Retiro, el Templo de Debod, en la calle Moratín la Taberna de Conspiradores con tapas y cocina extremeña, en la calle Barbieri la discoteca Polana...

--¿Qué mejoraría en Cáceres y que echa de menos?

--Los medios de transporte públicos son un horror, se han empeñado en aislarnos del resto del país. Menos mal que con las nuevas tecnologías han surgido nuevas alternativas para viajar. Me gustaría que no se olvidasen las instituciones de que en esta ciudad hay muchos jóvenes artistas y no les facilitan poder expresarse públicamente, faltan espacios de música en vivo, teatro, exposiciones. El arte es cultura y la ciudad de unos años para acá ha bajado el listón en ese sentido. No echo de menos muchas cosas, básicamente a mi familia, mis amigos, la tranquilidad que aporta Cáceres; pero entre otras cosas fue uno de los motivos por lo que decidí irme. Algo que siempre dicen es que en Madrid no tienes tiempo; pero yo vivo en el centro y organizo muy bien mi tiempo, para poder hacer muchas cosas. Tengo a muchos amigos de la facultad viviendo allí, trabajo, creo obra nueva, me salen proyectos remunerados..., cosa que en mi ciudad era complicado; porque no valoran a los artistas y tienen el lema del todo gratis. El arte también es un trabajo y como tal se cobra.

--Siempre fue un poco artista... ¿Cómo empezó todo?

--Todo empezó con una servilleta de papel. Tengo una foto en el pub La Lambretta, siendo muy pequeño, en la que se me ve dibujando en servilletas. Tengo el recuerdo de ir acompañando a mi madre y en cualquier sitio ponerme a dibujar, más tarde pasé a dibujar en cuadernos, después estudié dibujo en la Escuela de Bellas Artes Eulogio Blasco y finalmente me trasladé a Salamanca para estudiar Bellas Artes en la Universidad. Hice el CAP en Canarias para ser docente, el último Certificado de Aptitud Pedagógica que se realizó en España antes de que se convirtiese en master.

--¿Qué motivo le hizo emigrar a la capital?

--Necesitaba ser independiente económicamente y en mi ciudad no lo conseguía, sólo tenía trabajos puntuales. Yo siempre había estado obsesionado con Madrid y pude hacer realidad mi sueño encontrando trabajo allí. Madrid es el amante perfecto, es la ciudad de la libertad y de las posibilidades. Yo quise estudiar allí la carrera; pero elegí Salamanca porque me parecía una ciudad más pequeña, más controlable, más barata... Sobreviví poniendo copas y con la ayuda económica de mi familia materna, ya que soy huérfano emocional de padre.

--¿Qué le aportan Madrid y Cáceres?

--En Cáceres he aprendido muchísimo, soy un enamorado de mi tierra. Me fascina y soy exigente con ella, como el padre que le exige a un hijo; quizá por eso soy tan crítico con mi ciudad. Me encanta el casco histórico, sus gentes, el trato..., todo. Es una ciudad muy pequeña y muy abierta al mundo, creo que tiene muchos posibles y muy pocas posibilidades. Si no eres hostelero o funcionario no tienes muchas oportunidades en esta ciudad. Si me hubiese quedado a vivir aquí no podría haber continuado viviendo del arte, de mi profesión y en Madrid sí. Me fui para continuar con mi pasión, el arte. Imparto clases de ilustración y de diseño gráfico, hago miles de cosas a la vez en una ciudad en la que estoy creciendo en todos los sentidos y me aporta muchas cosas positivas.

--¿Si tuviera que elegir una obra suya, cuál sería?

--Mi cartel de la 24 Edición del Festival de Teatro Clásico de Cáceres, aunque también le tengo un especial cariño al cartel Fancinegay, que hice en 2014 para el Festival de Cine Gay de Extremadura, en su XVII edición.

--¿Ultima musa de su obra?

--Mi última obra ha sido un muso; pero no voy a desvelar su nombre. En Madrid me ocurren cosas muy curiosas, hace poco dibujé a Christina Rosenvinge en la Taberna de Conspiradores.

--¿Proyectos más recientes?

--El logotipo de Capitan Haddock en Cáceres y en Madrid participar en DecorAcción Madrid junto a Lola Caótica.

--¿Próximos proyectos?

--Hay muchos, entre ellos acabo de terminar la cartelería y el diseño gráfico para el nuevo espectáculo de Raquel Palma "Por Siempre Rocío, Historia de una Estrella" un homenaje a Rocío Jurado en su décimo aniversario, en formato teatromusical, que se presentará el 9 de abril en el Gran Teatro. Estoy diseñando la imagen y cartelería para la tragicomedia musical, con un trasfondo contra la homofóbia, que se extrenará este otoño " Yo Fui el Ultimo Amor de Lorca" de EX3 Producciones, con el actor y artista múltiple JC Corrales. En breve tengo una exposición en Madrid. Actualmente pinto menos y diseño más; pero sigo creando.