Seis meses depués, el conflicto de La Madrila sigue vivo. Los graves incidentes ocurridos en la madrugada del 6 de octubre del año 2002 han dado paso a una catarata de acontecimientos que, lejos de solucionar el problema, han provocado la apertura de un nuevo frente común contra los establecimientos abiertos de la zona.

En este sentido, los vecinos de La Madrila han anunciado que llevarán a los tribunales a los locales a los que la ley permite abrir sus puertas a las seis de la mañana, tras haber cerrado a los dos. La normativa autonómica de 19 de septiembre del 96, que establece los horarios de apertura y cierre de los establecimientos, espectáculos públicos y actividades recreativas, permite a los locales encuadrados en el grupo c (cafés, bares, cafeterías y restaurantes) reabrir sus puertas cuatro horas después del horario oficial de cierre, marcado a las dos los viernes, sábados y vísperas de festivos.

La argumentación de los vecinos para actuar contra estos bares, "cinco o seis", según Miguel Salazar, presidente de La Madrila, es clara: no ejercen el cometido para el que tienen adjudicada su licencia. No pueden tener música y no hacen la función de un bar ordinario. Salazar va más allá y apunta que "tenían que tener precintada la música y ser denunciados por ejercer actividades distintas para las que tienen la licencia". Además, señala que están haciendo "competencia desleal" a los de su misma condición y a los locales que, con una licencia perteneciente al grupo f (bares especiales), cierran a las tres de la madrugada. La asociación vecinal pretende acusarles de un delito de contaminación acústica para clausurar estos locales ruidosos .

CRUZADA CONTRA EL RUIDO

Los vecinos están dispuestos a acudir al Tribunal Supremo y utilizar como principal recurso las sentencias condenatorias a locales de otras ciudades españolas. "Ya hay siete a favor de los vecinos", recuerda el presidente de La Madrila, quien asegura que, debido al reducido número de locales que abren a las seis de la mañana en la plaza de Albatros, "es más fácil luchar. Les tenemos pillados y ahora vamos a ir a por ellos".

Una sentencia del Tribunal Supremo, con fecha del 24 de febrero de este año, condena a dos años de inhabilitación al responsable de una discoteca de Palencia por un delito de contaminación acústica. La asociación de La Madrila quiere utilizar este caso como principal argumento jurídico para ir "frontalmente" contra el grupo de locales que reabren a las seis.

En la misma dirección apunta el ayuntamiento. El concejal de Seguridad Ciudadana Teodoro Casado asegura que "si estos bares siguen poniendo música, indudablemente se les multará". Dice que "ya se les ha avisado y que la categoría que tienen es la de un bar normal". Además el edil afirma que los bares que abren a las seis no pueden ser de copas: "Vete a pedir un café a ver si lo tienen. Es un bar de copas como los de la noche". A pesar de ello, la asociación de vecinos de La Madrila insiste en responsabilizar a la administración por "no ejercer la autoridad" y de "ser la principal responsable" de que los locales no sean sancionados. Este diario intentó, sin éxito, obtener la versión de los hosteleros representados por la asociación de locales de copas Plamapi.NUEVOS HORARIOSSin embargo, vecinos y ayuntamiento se muestran satisfechos con el cumplimiento estricto de los horarios, después de haber transcurrido medio año de los incidentes de La Madrila. El consistorio entiende, según Casado, "que todos han puesto de su parte: la policía, el ayuntamiento, los empresarios y la juventud".En este sentido, el edil dice que los locales "se han dado cuenta de que tienen que cumplir un horario". Asegura que los disturbios fueron un "cañonazo" y tiene claro que no volverán a repetirse. "En Sevilla y Zaragoza fue más fuerte, pero no se le dio tanto bombo como en Cáceres", señala. Una de las claves de la solución, añade, ha sido conceder nuevas licencias de bar especial para que los locales puedan cerrar a las tres en lugar de a la 1.30 horas.Por su parte, los vecinos de La Madrila afirman haber conseguido que el 50% de los locales de la plaza de Albatros "no les molesten", aunque denuncian que la situación de los cinco o seis que abren a las seis "se ha agravado".