La Asociación de Vecinos de La Madrila no apoyará el plan municipal para regularizar el ocio nocturno si ello pasa por anular la disposición de la ordenanza municipal de zonas saturadas. Así lo confirmó a este diario su presidente, Miguel Salazar, quien estimó que esta medida "supondría un retroceso en lo conseguido desde que se estableció dicha aplicación en el 97".

Aunque el ayuntamiento solo ha mostrado su intención de revisar globalmente el asunto del ocio y nunca ha dicho que eliminará las zonas saturadas, Salazar, alarmado, advierte que derogar este articulado "supone un conflicto social de máximo riesgo para la seguridad ciudadana".

Sin embargo, no parece que este sea el objetivo municipal si se atiende al programa electoral de Carmen Heras, donde deja muy clara la supresión de la pérdida de licencia en el caso de que se realicen obras en bares en zona saturada y donde habla de la supresión del límite de distancia de 50 metros entre bares, pero solo en zonas no saturadas.

LA GUERRA El presidente vecinal se cura, no obstante, en salud y asevera: "la guerra estará servida si el ayuntamiento o alguien apoyase la decisión de eliminar la declaración de zona saturada. Los bares lo quieren, naturalmente, de ese modo serían más fuertes a la hora de doblegarlos al control de las leyes". Sobre este asunto las últimas declaraciones oficiales las realizó el martes la alcaldesa, Carmen Heras, quien insistió en que "hay que ver la normativa que tenemos y reforzar la ordenanza del ayuntamiento porque tiene carencias que no son acordes con la demanda actual".

Pero el debate de la movida también continuó ayer por otro flanco, el de la pista de verano Costa Cáceres. El PP respondió a las declaraciones de la alcaldesa que el martes dijo que este proyecto se realizó con el rechazo del PSOE. Los populares, sin embargo, acusaron a Heras de mentir y recordaron que la concesión del hípico "fue una decisión tomada por unanimidad de todos los grupos". Y añadió: "Si todos los grupos la adjudicaron todos son responsables".