Los vecinos de La Madrila han puesto en manos de un abogado la Nochevieja universitaria celebrada en la plaza de Albatros el pasado jueves. Quieren estudiar si existe una base jurídica para poder prohibir fiestas de este tipo en la barriada, teniendo en cuenta el problema de los ruidos nocturnos que sufre desde hace años y que ha llevado a un proceso judicial sin precedentes que ha concluido con once de los hosteleros en la cárcel.

El presidente del colectivo, Miguel Salazar, reconoce que el pasado jueves el ruido no fue excesivo porque hubo una escasa afluencia de público. Solo se escuchó la música de un establecimiento que se dejó las puertas abiertas, pero al rato las cerró y el ruido paró. Lo que no quieren es que La Madrila vuelva a convertirse en el centro neurálgico de este tipo de celebraciones. «Lo que no queremos es que estas fiestas empiecen a celebrarse en La Madrila y que esto se convierta en lo que era antes», afirma Salazar.

Asegura que se reunirá con dirigentes locales y regionales para trasladar el malestar del barrio por la decisión y solicitar que no se vuelvan a autorizar actividades de ocio nocturno que conlleven ruido y molestias vecinales. «El alcalde tiene que tener claro que esto no se puede fomentar», insiste el dirigente vecinal.

LO PIDIERON LOS HOSTELEROS / La propuesta de la celebración de esta Nochevieja universitaria partió de cinco hosteleros de La Madrila, que solicitaron un permiso para poder celebrar las uvas anticipadas en la plaza de Albatros, entre las 23.00 y las 00.10 horas. El ayuntamiento concedió la autorización y se instalaron equipos de sonido y una pantalla gigante para el evento.

Los hosteleros siempre dejaron claro que la fiesta iba a concentrarse dentro de los locales, puesto que en la calle la policía no iba a permitir beber alcohol. De hecho, tras las campanadas, los empresarios invitaron a los asistentes a una copa de cava en el interior de los establecimientos, con el objetivo de conseguir dispersar lo antes posible a la gente, en el caso de que la afluencia fuera masiva (según indicaron fuentes policiales no había más de 300 personas).