El Madruelo no abrirá el próximo año y sus alumnos continuarán en las aulas de la Laboral, donde fueron trasladados hace ya tres meses por el mal estado en el que se encuentra el edificio de Tenerías. La Consejería de Educación sigue evaluando los daños en el mismo y aún no ha decidido si los arreglará o si dará de baja el inmueble para uso educativo.

En el Madruelo se impartían tres ciclos de Formación Profesional, uno de ellos, el de Prevención de Riesgos Profesionales (con 30 alumnos), se trasladó al instituto Virgen de Guadalupe, de la calle Médico Sorapán y del que depende el Madruelo; y los otros dos, uno de Soldadura y Calderería y otro de Instalaciones de Frío y Climatización (entre ambos 60 alumnos), fueron llevados al Instituto de Educación Secundaria Universidad Laboral.

Las alarmas saltaron cuando primero el grupo municipal socialista y luego los propios alumnos y profesores del centro --quienes protagonizaron una huelga de cuatro días por este asunto-- denunciaron el mal estado en el que se encontraban las instalaciones del edificio del Madruelo, en cuyas aulas aparecieron grietas de gran profundidad y comenzaron a ceder suelos y muros. Los problemas del antiguo inmueble se remontan al año 2005. Desde entonces exigen una reforma que nunca llegó.

Tras las mediáticas protestas, la Junta de Extremadura decidió finalmente el traslado de los alumnos a pesar de que, según insistió el gobierno regional en aquel momento, no existía ningún riesgo para la seguridad de los alumnos y profesores. Afirmación que avalaba un informe geotécnico que llevaron a cabo tras las quejas de la comunidad educativa.

Tres meses después de todo aquello el tradicional colegio cacereño sigue con las puertas cerradas y no se descarta que continúe así de forma indefinida, ya que una de las opciones que se plantea la Junta es dejarlo en desuso.