Un bote de leche en polvo del Plan Marshall, cartillas con décadas de antiguedad donde aún se adivina el entrañable "ma-me-mi-mo-mu- mi mamá me ama ", libros didácticos con más de un siglo, el primer número de la colección del Capitán Trueno , un mapa de España con Castilla la Vieja, Castilla la Nueva y Vascongadas, juguetes de latón y hasta un viejo brasero que calentaba los gélidos pies de algún maestro en Gata. El colegio público Gabriel y Galán, situado en Aldea Moret, prepara una singular exposición con recuerdos aportados por los 26 maestros que trabajan en el centro, tanto de su etapa escolar como de su periplo laboral y el de sus familiares, muchos también docentes.

"Se trata de rendir un homenaje al maestro tradicional, una figura revestida de autoridad educativa que tanto queremos, añoramos y reivindicamos", explica el director, Gabriel María Solano. La muestra, organizada con motivo de la festividad de San José de Calasanz (27 de noviembre), patrón de los maestros, no puede ser más nostálgica. "En esta foto tenía 20 años y estoy con mis alumnos de Helechosa de los Montes, en Badajoz. Vivía en Alcántara y tardaba ocho horas en llegar, porque viajaba hasta Talavera de la Reina y allí nos recogía un Land Rover para llevarnos al pueblo por caminos", recuerda M de los Hitos, maestra de Primaria.

Su compañera María repasa entusiasmada la sección de labores , colmada de ganchillos, bolillos, paños de arpillera y manteles: "Ese bordado lo hice en 1959 con mi maestra doña Mercedes, y fíjate la plancha de carbón, ¡y esa máquina de coser tan antigua!". Al lado, un panel repleto de viejas fotos en blanco y negro, con niños en calzonas y niñas con vestidos y amplias ondas en el pelo: "Mira, ésa es Angelina Duque y sus alumnas de Salvatierra de los Barros en 1920, y el grupo escolar de Alcántara de 1927, y la escuela nacional de la República de Trujillo en 1933", explica Felisa, otra maestra.

Los propios profesores han creado un rincón con sus fotos cuando eran escolares, y los alumnos tendrán que adivinar quién es quién. "El ´dire´ parece un empollón". "¡Anda! tú estás aquí, con la imagen de Jesusito en el pupitre". "Mira, la jefa de estudios, con trenzas y sombrero". "¡Ay Concha, vaya si estás guapa de campuza!", comentan los compañeros divertidos.

Pero también hay espacio para los recuerdos más tristes, como el viejo diario del maestro Domingo Cerro, donde apuntó sus vivencias en las aulas hasta que lo mataron en la Guerra Civil. "Nunca recuperamos su cuerpo, pero aquí está su diario, su pluma y su campanilla", explica su nieto Valeriano, hoy maestro.

Zancos y Miranda Podadera

No faltan los juguetes que tradicionalmente han alegrado las escuelas: yo-yos de madera, zancos caseros con botes de conserva, mariquitas con trajes de papel, canicas, peonzas y algunos cómics como Alicia o Claro de Luna . "Los comprábamos de niños con las pagas semanales de 1 peseta", recuerda Manuel, docente de Primaria. Pero sin duda destaca la recopilación de libros didácticos, auténticas herramientas de los maestros durante décadas: La Enciclopedia Alvarez , Camino o la Ortografía Práctica de Miranda Podadera.

Pero hay más: dibujos escolares en plumilla de El Cid o Agustina de Aragón, murales de Cáceres, la palangana de una maestra con jabón natural, cajitas con picón que los niños llevaban a escuela para calentarse, y hasta un libro de 1957 con actos de la sección femenina, donde se enseñaba a la alumna a ser "hogareña, obediente, religiosa y sufrida" .

La muestra se abrirá el día 27 a todo el barrio (se mantendrá una semana). Durante esa jornada también habrá talleres interculturales y chocolate con churros para los alumnos.