Las estadísticas de la Guardia Civil sobre detenciones demuestran que la violencia doméstica aumenta en la provincia --35 detenciones este año frente a las 19 de todo el año pasado y las ocho del 2002--, así como también que es un mal que alcanza a todos.

Ni los agresores son siempre hombres, de hecho una de las últimas detenciones practicadas fue la de una mujer por amenazar a su madre, ni las víctimas son siempre mujeres. Y aunque en la mayoría de los casos éstas son las esposas o parejas del agresor, en siete de los registrados este año las víctimas fueron los padres.