Los expertos del proyecto Primeros Pobladores de Extremadura, también responsables del equipo de Atapuerca, han confirmado la ocupación humana de Maltravieso hace 350.000 años (Pleistoceno Medio), incluso se han hallado útiles de gran formato que podrían confirmar que el hombre ya estuvo en su interior hace 700.000 años (no es descabellado, la cueva de Santa Ana se utilizaba ya por entonces). Además, destaca por su colección paleontológica, única en el oeste de la Península, con huesos variados y bien conservados de caballos, ciervos, linces, leones, hienas... Y por supuesto las pinturas rupestres del Paleolítico Superior, que la convierten en la segunda cueva del mundo por la cantidad de manos: más de 60.

Pero en el medio siglo que lleva descubierta, "ya ha estado en peligro de irremisible desaparición varias veces", explica Alfonso Callejo, gran especialista y divulgador de esta caverna, cuya defensa y estudio fue abanderada por su padre, Carlos Callejo, desde que se hallara en 1951. Por entonces, él mismo explicaba en la prensa: "Enclavada en una cantera de piedra caliza, el avance de esta explotación ha sacado primero a la luz sus galerías milenariamente oscuras y está destruyendo la traza de su emplazamiento".

Trazado laberíntico

En aquellos momentos aparecieron tres cráneos completos y un importante depósito zoológico. Irían hallándose hachas y puntas de flecha, cerámicas y por fin las pinturas rupestres en 1956, descubiertas por Callejo cuando, convencido de que los trabajos de extracción de cal acabarían con la cueva, se metió en la gruta para levantar un plano de su trazado laberíntico que quedara para la posteridad, y vio las extrañas huellas. De hecho, la caverna era más amplia, pero al seguir extendiéndose la cantera desapareció la sala inicial, "la más grande y majestuosa", lamenta Alfonso Callejo.

Hoy Maltravieso está especialmente protegida. Hasta se ha creado un centro de interpretación con una réplica ante la imposibilidad de visitar la gruta. Hace cinco meses, la comisión de seguimiento decidió que continuará cerrada incluso a las excavaciones ante la "delicada" situación de la capa sobre la que están los grabados y pinturas rupestres. No obstante, este fin de semana se espera la visita de personal del CSIC.