Vacío en la cúpula de la Policía Local de Cáceres en plena pandemia. Desde hace semanas la jefatura en la capital cacereña se encuentra sin sus principales altos mandos en plenitud de funciones ya que los tres subinspectores de la jefatura --un cuarto ha aprobado ya el examen pero aún no se ha incorporado--, se han plantado después de años reclamando que se mejoren sus salarios. Esta situación se acentúa debido a que el jefe, Benedicto Cacho, también se encuentra de baja.

Según ponen de manifiesto fuentes cercanas a los hechos, los subinspectores han renunciado a sus obligaciones como jefes de servicio hasta que se les ofrezca una solución, es decir, no ejercen en turno de mañana y se limitan a cumplir sus funciones en la unidad operativa como el resto de agentes, a los turnos de tarde y noche. Se rebelan así ante lo que consideran un agravio comparativo de años por los sueldos. «Entre un agente y un subinspector, con lo que ello implica, más exámenes y más responsabilidad, hay una diferencia de solo 80 euros, es normal que no interese promocionar», ponen de relieve.

Aseguran también que esta descompensación económica solo se produce en la jefatura de Cáceres e inciden en que durante tiempo han pedido a la administración que actuara para que se equipararan los salarios y al no materializarse la única opción que han encontrado es acogerse a su derecho a limitar sus turnos a modo de protesta. En cuanto a si este problema se agrava con la crisis sanitaria, insisten en que en los meses de Estado de Alarma han mantenido los turnos de mañana para garantizar el servicio. De hecho, agentes que se encontraban en segunda actividad regresaron de forma temporal a las unidades operativas. En la primera ola se contagiaron diez policías locales de coronavirus aunque todos consiguieron vencer al virus. Sobre si esta situación afecta al funcionamiento habitual de la jefatura, insisten en que generará una problemática a largo plazo para la ciudad debido a que las funciones de la rama administrativa, el grueso de las que realizan los subinspectores durante el turno de mañana, en este momento han quedado paralizadas o en servicios mínimos. Estas tareas comprenden desde informes de eventos y actividades a los cuadrantes de horarios para la plantilla. «Hay mañanas que no hay nadie en la jefatura», sostienen.

Contrasta este testimonio con la valoración del consistorio, desde el que aseguran que todas las funciones se están realizando con la misma normalidad que hasta ahora, que los subinspectores mantienen su cargo e insisten en que si hay en algún momento dejación de funciones habrá que abrir expediente disciplinario a los responsables. En relación a la posible solución, el portavoz del equipo de gobierno, Andrés Licerán, insiste en que este problema es heredado de anteriores legislaturas y pone sobre la mesa el compromiso de solventarlo aunque se remite a lo que recoge el convenio. En cualquier caso, pone de relieve que buscan fórmulas legales que den respuesta a las reivindicaciones de los altos cargos.