TLta gente prudente y comedida, la de larga experiencia y buen criterio, recomiendan siempre ante los problemas imprevistos que puedan surgir, tener mano izquierda para poder resolverlos con acierto. A veces la recomendación es general, sin límites: "¡Hay que tener mucha mano izquierda para superar las dificultades!". Para obviar situaciones de conflicto o desacuerdos momentáneos en discusiones políticas. Para saber situarnos en la piel de nuestros oponentes, y comprender sus razones. En definitiva: para ser comprensivos, tolerantes, razonables y de talante más abierto. Pero, curiosamente, nunca he visto publicado ningún "Manual para el fácil manejo de la Mano Izquierda"; que sería fundamental para muchas de estas situaciones.

Con la mano derecha no hay problema. Desde pequeños nos enseñaron a usarla para santiguarnos, para trabajar, para escribir o para dar bofetadas en caso de agresión personal. Algunos, mejor dotados de "mano derecha", la siguen usando para cortar los filetes en los restaurantes de lujo; para firmar pagarés de Bankia y sacar dinero de los cajeros automáticos --sobre todo con tarjetas negras, opacas al Fisco-- y para enviar urgentes mensajes por el móvil a los amiguetes: concejales, alcaldesas, presidentes o ministros, para algún asuntillo pendiente. Sin olvidar que con esta mano "de derechas" se pueden hacer recortes, suprimir ayudas y subsidios, despedir trabajadores, etc. sin tener que dejar de santiguarse o de pasar las cuentas de un rosario.

¡Hay gente muy hábil con la mano derecha! Pero que no sabe en absoluto usar la izquierda para resolver problemas, evitando conflictos en la difícil convivencia de los españoles. Prefieren darse la vuelta, y así cambiar la colocación de sus manos, dando la espalda a los conflictos que tiene delante; hasta que se aburran y se disuelvan por sí mismos. Esto es lo que han hecho recientemente nuestros "líderes" políticos para intentar superar una crisis económica que nos "cayó del cielo" --o de USA, que es el "cielo" de los economistas-- y ellos no hicieron más que agravar con intervenciones diseñadas por muchas manos derechas; pero sin visos siquiera de alguna "mano izquierda" que pudiera acertar a salir de ella.

XHOY LAS COSASx están cambiando, y en el extrarradio del "neoliberalismo" se empieza a pedir abiertamente aplicar "mano izquierda" para resolver la crisis económica que los gobiernos de derechas de la Unión Europea han agravado hasta límites insoportables; allí donde las torpes medidas de austeridad y recortes de los gobiernos "cristianodemócratas" y "socialdemócratas" han llevado a las gentes a la miseria y a la desesperación.

¡Vivan los "populistas" y los "regeneracionistas"! ¡Abajo la vieja política! Han gritado gentes muy diversas, de lugares y países muy alejados entre sí. Incluyendo a varios economistas de pelaje "keynesiano", que han dejado de creer en los dogmas liberales.

La ocasión que nos brinda este nuevo periodo legislativo para aplicar la "mano izquierda" a los enquistados problemas que siguen bullendo en el entramado social de todos los países, no debemos desaprovecharla, discutiendo si son galgos o podencos los desajustes y amenazas que ya se escuchan, ladrando y gruñendo, en lontananza.