Llegó, cantó y triunfó. El concierto que ofreció anoche Manolo García en Cáceres no defraudó a nadie. Más de 5.000 personas se rindieron ante el cantante desde que sonaron los primeros acordes en el recinto hípico. Inició su actuación --media hora más tarde de lo previsto, a las once menos cinco aún entraba público-- con Suave , que fue recibida con gritos de "Manolo, manolo"

Con vaqueros, camiseta y una cazadora vaquera, que lanzó al público antes de acabar la primera canción, el polifacético artista presentó las canciones de su último trabajo, Para que no se duerman los sentidos , que mezcló con otras de El Ultimo de la Fila y de sus otros discos en solitario. Derrochó fuerza y energía como suele ser habitual en este animal de escenario. Eso el público lo nota, y responde.

Su nuevo trabajo ´huele´ a nuevo, a intenso. No se olvida de los ritmos que han marcado sus anteriores trabajos, pero introduce otros que sorprenden gratamente, son frescos.

García es de los cantantes que reúne a varias generaciones en sus conciertos. Gana con el tiempo, como el buen vino y va creando cada vez una ´familia´ más numerosa. La troupe ha esperado tres años a que el cantante sacase nuevo trabajo al mercado, pero ha merecido la pena a juzgar por el entusiasmo con el que el público recibió anoche a las nuevas canciones una tras otra. Manolo García encima del escenario es el dueño y sólo tenía que pedir al público sus coros para que el recinto hípico se movilizase en pleno.

La puesta en escena que lo acompaña a Manolo tampoco deja indiferente a nadie. Trescientos metros de escenario, que el cantante recorrió de punta a punta sin descanso para estar más cerca del público --sobre todo de los de la primera fila, que pudieron tocarlo--. Las pantallas de vídeo permitieron que nadie perdiese detalle. El diseño del escenario también nace de la genial cabeza de García: el decorado, las proyecciones, la luz, tienen su sello. Al cierre de esta edición Manolo seguía dando una lección de música en directo. Se podría apostar que, sombrero en mano, se despidió con Juan sin tierra .