En el año 2011, por primera vez, los accidentes de tráfico de las personas mayores de 65 años superaron en número a los de los jóvenes, hasta entonces el grupo con más siniestralidad. En 2010 murieron en las carreteras urbanas e interurbanas españolas 570 mayores de 50 años, tanto peatones como conductores. Francisco García, director y profesor de Formación Vial, presidente de la Asociación de Autoescuelas de Cáceres, ha observado durante años que este colectivo suele cometer los mismo fallos y sufre idénticos problemas a la hora de conducir. Por ello, fruto de su experiencia, ha editado el Manual de Seguridad Vial para Personas Mayores , pionero en el país.

La publicación está escrita de manera sencilla, de fácil comprensión, y recopila los principales errores de la tercera edad en su papel de peatones y conductores, así como las advertencias. "A ciertas edades se pierden reflejos, movilidad, visión... Los consejos del manual están encaminados a que cambien algunas actitudes para evitar los accidentes", explica este especialista en Seguridad Vial.

Concretamente, la publicación pretende anticiparse a los siniestros en la carretera desde cuatro vertientes. Primero, recomienda el tipo de vehículo más adecuado a las necesidades de la tercera edad. Segundo, aborda la prevención de accidentes como conductores. Tercero, lo mismo como peatones. Cuarto, profundiza en el conocimiento de los efectos de los fármacos al volante.

Más cristales y cámaras

Por ejemplo, Francisco García aconseja a la tercera edad que se compren coches automáticos, de manejo más fácil, y que tengan la mayor superficie acristalada así como espejos retrovisores que permitan ver los máximos ángulos posibles, como los panorámicos. Dada la dificultad para girar el cuello a ciertas edades, "son recomendables las cámaras en los vehículos que al poner la marcha atrás permiten ver la parte trasera", indica. Hay que tener en cuenta que un automóvil de color claro siempre es más visible que uno oscuro cuando se trata de evitar accidentes.

A la hora de conducir se tiene que moderar la velocidad al llegar a pasos de peatones ocultos por vehículos grandes, setos o cualquier otro elemento. No se deben mantener las ruedas giradas a la izquierda al detenerse en el centro de la calzada para cambiar de dirección hacia ese lado, ya que si el conductor es golpeado por detrás por otro vehículo, invadiría el sentido contrario con riesgo de choque frontal, explica Francisco García.

Como peatones, hay que llevar prendas reflectantes al caminar por vías interurbanas. No debe cruzarse la calzada de forma antirreglamentaria y mucho menos cuando se observe que el conductor está deslumbrado.

Según este especialista, lo primero que necesita la tercera edad es la actualización de sus conocimientos tanto en normas como en señales. Asimismo, tienen que adaptar su forma de conducir a las dificultades que se les presentan. "Por ejemplo, al reducirse sus reflejos, su movilidad y agilidad, deben conducir con mayor anticipación. Si prevén un peligro, tendrán más tiempo de pensar qué decisión tomar para evitarlo", subraya García.

En realidad todos los usuarios de la carretera necesitan un reciclaje, pero este colectivo especialmente porque obtuvo el permiso de conducir hace muchos años y han cambiado las normas y las infraestructuras. De hecho, Francisco García ofrece conferencias en distintos municipios para concienciar a los mayores, "y no todos asimilan de entrada que deben cambiar su actitud al volante", confiesa.