El secretario general del ayuntamiento, Manuel Aunión, se reincorporó ayer a su puesto después de la sentencia del pasado junio que le reconocía el derecho a seguir. El secretario general vuelve "con las mismas funciones que tenía y que son las que marca la ley", según manifestó ayer, a preguntas de este diario, la alcaldesa, Elena Nevado. Es uno de los altos funcionarios con los que cuenta el ayuntamiento, otros son la tesorera y el interventor, que actualmente se encuentra en funciones.

La diferencia es que no volverá a su anterior despacho en el edificio de Publio Hurtado, sino que está en el edificio de la plaza de las Piñuelas. Ocupa el que tenía el primer teniente de alcalde, Valentín Pacheco. Este cambio se debe "a que su principal función es la del asesoramiento jurídico al equipo de gobierno", motivo por el que está en la misma planta en la que hay otros despachos de concejales del equipo de gobierno, explicó la alcaldesa. Pacheco ha pasado al despacho del concejal José María González, que se ha ido a la sala de banderas, junto al salón de plenos.

Nevado añadió que el despacho del edificio de Publio Hurtado se habilitará para que lo ocupen los tres letrados que el ayuntamiento quiere contratar el año que viene para dotar al consistorio de un servicio jurídico. Uno de los objetivos de esta medida es reducir los costes que en los últimos años ha supuesto la contratación de letrados externos al ayuntamiento. En 2010 se presupuestaron más de 600.000 euros, aunque los gastos comprometidos superaron los 750.000 euros.

La sentencia de junio del juzgado de lo Contencioso anulaba una resolución de 10 de diciembre de 2010, en la que la anterior alcaldesa no le reconoció a Aunión su petición de continuar en su puesto hasta los 70 años. Unos días después, el 14 de diciembre, Aunión tenía que dejar el consistorio tras cumplir los 65 años. Recurrió y el juzgado en su sentencia aceptó su reclamación y también le reconoció el derecho a percibir, con carácter retroactivo, las nóminas.