EDAD 81 AÑOS

NATURAL DE LOGROÑO

PROFESION DOCTOR INGENIERO AERONAUTICO. SE HIZO PILOTO EN BADAJOZ HACE 50 AÑOS Y DURANTE 12 TRABAJO EN LA AVIACION, PERO A RAIZ DE INVENTAR LA FREGONA SE RETIRO DEL EJERCITO PARA DEDICARSE A LA INDUSTRIA Y LOS INVENTOS.

--¿Le molesta que siendo ingeniero aeronáutico se le conozca por inventar la fregona?

--En absoluto. Yo aún me sigo emocionando cuando estando en otros países veo una fregona. Además, nadie puede negarme la contribución a la aeronáutica, pues durante 12 años me dedique a montar unos talleres de mantenimiento de aviones de reacción, los primeros que llegaron a España. Pero aunque me gusta la aeronáutica, para mí el trabajo cuanto más directo con la persona, más motivador e interesante es.

--Y después otro gran invento, la jeringuilla desechable. ¿Cómo le surgen a uno ideas tan brillantes y... rentables?

--Sabiendo ver y sin dejar de pensar. Así idee la fregona actual, fregona y escurridor, pues realmente el palo con los flecos ya lo conocía porque existía. Se utilizaba para baldear agua, en los barcos sobre todo, pero no había escurridor y no se podía utilizar para las casas, eso fue lo que yo supe ver y que me llevó a idearlo para evitar que las mujeres fregaran de rodillas. Y la idea de las jeringuillas la tuve en 1973, cuando leí en una revista japonesa de plásticos que los productos más importantes en el futuro iban a ser los artículos de plástico de uso doméstico. Entonces me surgió la idea, ¿por qué no jeringuillas de plástico?. Y de ese pensamiento ante una revista surgieron 12 fábricas de jeringuillas en todo el mundo.

--Y de estas dos brillantes ideas a... ¿cuántas más?

--Muchísimas. Dejé la aviación porque creé una industria de plásticos en la que yo siempre iba más allá de la simple fabricación de piezas. Siempre pensaba en cómo dar a todo una innovación, y así surgió, entre otras ideas, la que dio vida a a unas neveras con cierres que durante años se utilizaron para trasladar órganos para trasplantes.

--Parece todo muy simple, pero por su experiencia, ¿diría que hay claves para innovar?

--Casi todo es más sencillo de lo que imaginamos, aunque para mí si hay una clave fundamental, el entusiasmo. Y también tener imaginación para poder disfrutar de lo que uno quiere conseguir antes de haberlo conseguido; estar siempre a disposición de la idea, pues puede surgir en cualquier momento...

--Pero también habrá que saber distinguir entre buenas o malas ideas, ¿no?

--En principio todas pueden ser buenas. Por eso es fundamental que quien tenga una idea se entusiasme por ella, que crea que es la mejor del mundo, aunque no lo sea, y trabaje por ella, porque es posible que, si no la mejor, si que puede ser muy buena.