La obra de la ronda este, los 3,8 kilómetros de vía urbana que conectarán las carreteras de Miajadas y Trujillo por la ladera de la Montaña, se inició el pasado 25 de abril, cuando se firmó el acta de replanteo. Aunque aún no se ve mucho movimiento, en este mes y medio ya transcurrido se está trabajando en las labores previas al inicio de la obra de la calzada y en el reconocimiento del terreno. Está previsto que en unos dos meses ya se vean los camiones y excavadoras que empezarán a perfilar el trazado de la vía urbana, según calcularon ayer Pedro Rodríguez, técnico de la Junta y director de la obra, y José Manuel Matías, jefe de obra del primero de los dos tramos en los que se divide la ejecución de la ronda.

Por ahora ya se ha contactado con todos los propietarios afectados para que vayan retirando sus bienes, se han colocado las estacas y guías que marcan el trazado y se está con la campaña geotécnica, con sondeos en las zonas donde irán los dos viaductos proyectados para ratificar que el suelo es apto para cimentar la estructura. Uno de los viaductos tiene una longitud de 300 metros y se proyecta en el tramo de la ronda próximo al Residencial Universidad. El otro tendrá unos 90 metros y es para salvar el cauce de la Ribera del Marco. Este segundo viaducto es parte de la prolongación de la avenida de la Hispanidad que conectará con la ronda a unos 200 metros de donde se ejecutará el paso elevado.

Operarios trabajaban ayer en los sondeos que se están haciendo junto a la Ribera. Se van a realizar «nueve sondeos con una profundidad de entre trece y veinte metros hasta encontrar roca firme», comentó Matías. Al sur de este sitio, en las inmediaciones del residencial Vistahermosa, también se está trabajando en la apertura de caminos que permitan la entrada de camiones y maquinaria para la retirada de árboles y desborzar para ir despejando el trazado de la calzada, arcenes, caminos peatonales y carriles bici de la ronda.

Rodríguez explicó que los trabajos que están realizando en este primer periodo se hacen con la supervisión de arqueólogos, «estarán durante toda la fase de movimiento de tierras» y mientras se hagan trabajos de excavación. En la zona donde se proyecta la ronda está la Ribera del Marco, que es uno de los espacios con servidumbre arqueológica identificados en el Plan General Municipal de Urbanismo.

En este primer periodo de los trabajos también se están realizando labores de comprobación para certificar que todos los servicios afectados (telefonía, gas, agua, electricidad...) están en los sitios indicados en el proyecto.

El plazo de ejecución de la obra es de 30 meses a contar desde la firma del acta de replanteo el pasado 25 de abril. El primer tramo, de mayor longitud y que conectará la carretera de Miajadas con el enlace con la carretera del santuario de la Montaña, se adjudicó a la Ute Senpa, Aglosan y Araplasa. El segundo tramo llega a la carretera de Trujillo, es más corto, pero tiene la dificultad de la ejecución de un viaducto de 300 metros. Este tramo se adjudicó a la Ute Gevora, Majoin y Durantia.