Arrancan las obras de la futura plaza de Verano de la ciudadela cacereña. Las máquinas han comenzado ya a retirar el pavimento de la esquina entre los soportales del sur de la plaza y la Gran Vía. Con esta actuación se pretende corregir "la configuración actual, muy desfavorable para el uso estancial y con fuertes colisiones con el plano de los soportales y el encuentro con la calle", según el proyecto técnico.

Para ello, expone, "se efectúa una minuciosa tarea de corrección de su topografía, rehundiendo el espacio respecto a la cota de soportales y la rasante de la calle". La reforma incorpora "una escalinata que sirve de enlace con esas cotas, tratándose con un modelado para su uso como asiento". Se trata, dice, "de formar un espacio diferenciado" dentro de la plaza, "dominado por el arbolado, propicio a la estancia sobre todo en verano".

Con suelo de terrizo y arbolado "para mostrar la relación de la ciudad con la tierra y el espacio natural, la plaza de Verano aglutinará la mayor parte de la presencia vegetal" de la ciudadela. Para ello se moderarán las pendientes actuales, que provocan un desnivel mayor del actual entre este nuevo espacio y la prolongación de Gran Vía hacia la plaza Mayor y la calle transversal que conecta Gran Vía y Pintores y pasa por delante de los soportales. Ambos desniveles, recoge el proyecto, "se aprovechan para resaltar aún más las cualidades de esta nueva plaza como recinto, disminuyendo los flujos peatonales de paso".

Los arquitectos explican que "la solución constructiva del pavimento debe hacer compatible el bosque, con un pavimento estable y con espacios estanciales en sombra suficientemente amplios". Con este fin, añaden, "se ha buscado uno que, con aspecto terrizo, aporte una solución constructiva continua, estable, permeable y duradera".