Marco Antonio Leyva Moreno nació en Talavera de la Reina, se crió en Navalmoral y llegó a Cáceres hace veinte años por cuestiones de trabajo. Reside con su mujer y sus dos hijas en Santa Lucía (barriada sur de Aldea Moret), un pequeño poblado de casas independientes, calles anchas y una tranquila plaza central. Allí se siente muy cómodo, pero a la vez le duele la situación de olvido en la que, afirma, ha caído esta zona. Por ello ha tomado el relevo del anterior presidente y se ha convertido en la voz de los vecinos.

--Hábleme de Aldea Moret, pero desde dentro...

--Tenemos la sensación de ser un barrio marginado, totalmente abandonado... Solo interesan los votos de los vecinos si se acerca el momento de las urnas, aunque el partido que está en el ayuntamiento ni siquiera ha aparecido en las últimas elecciones, cuando en las anteriores había conseguido una gran mayoría en esta zona. La gente se siente olvidada.

--Santa Lucía es una zona especial de Aldea Moret: casas de una y dos plantas, muchas reformadas, ambiente sereno...

--Estamos en una barriada muy tranquila, da gusto residir aquí, personalmente me encuentro muy cómodo, no podría vivir en el centro de Cáceres. Lo que ocurre es que la mayoría de los jóvenes se marchan a otros lugares de la ciudad y solo van quedando personas mayores. La gente recuerda la época de más actividad, cuando estaba la mina abierta. Han llegado a contarse hasta once bares y ahora quedan dos y de milagro, porque la edad media es muy avanzada. Nos sentimos abandonados y a este paso la barriada se nos muere.

--¿Por qué dio el paso a la presidencia vecinal?

--Llevaba ocho años en la directiva y anteriormente ya echaba una mano a quienes se hacían cargo de estas cosas. Siempre me han preocupado los niños, hay pocos en la zona y necesitan actividades, son la vida del barrio, por eso me ha gustado colaborar. Cuando el anterior presidente, Juan José Merchán, dejó el cargo, entonces decidí dar el paso porque es una zona con la que se puede tirar para adelante, hay vecinos que nos quieren ayudar, otros no, pero como en cualquier sitio.

--La distancia al autobús siempre ha sido una de las principales demandas de la zona...

--Y lo sigue siendo. Algunos vecinos de Santa Lucía deben caminar hasta un kilómetro para llegar a la parada más cercana de la Línea 1, en la calle Río Tíber. La Línea 8 también tiene la parada lejos, en la avenida de la Constitución. Llevamos años pidiendo una solución porque la edad media supera en esta barriada los 60 años y es mucho trayecto caminando con frío o lluvia en un invierno duro. También faltan marquesinas para poder resguardarse.

--¿Qué otras mejoras necesita Santa Lucía?

--Pedimos que la policía pase a diario, porque ni siquiera lo hace. Solo viene con más frecuencia si le llamamos, como este verano, cuando venían unos jóvenes de noche al parque infantil y rompían los juegos. La patrulla a veces se presentaba rápido y otras tardaba cuarenta minutos. Además, necesitamos que vengan a menudo porque pasan coches de alta gama muy rápido que pueden atropellar a cualquiera y causar una desgracia.

--¿Y los espacios deportivos?

--Las pistas están recién arregladas y el pabellón, de los más bonitos de la ciudad, tiene buen uso, pero podría tener más, lo que ocurre es que nos piden mil papeles cada vez que proponemos una actividad y por eso pedimos que hagan los procesos más sencillos. Ayer mismo solicitamos poder trasladar allí las clases de zumba entre abril y octubre, porque la gente ya no cabe en la sede de la asociación, puesto que vienen muchos participantes de varias zonas de Cáceres, y ahora me hacen enviar otros dos escritos. También hemos pedido el uso de la antigua capilla, junto a la sede vecinal, de propiedad municipal, para hacer actividades de salsa, merengue, bachata, pilates... No tenemos espacio, pero de momento tampoco podemos contar con esas instalaciones.

--Los vecinos se quejan de la peligrosidad de algunos cruces...

--Las salidas de estas calles no están bien hechas. Cuando vas a entrar en los cruces tienes una visibilidad difícil si hay coches aparcados. Yo propondría la instalación de espejos en esos puntos para facilitar la circulación. También hay problemas de visibilidad cuando crecen los pastos en primavera en algunas zonas, pero avisamos al ayuntamiento y no conseguimos que vengan hasta que no toca el desbroce. Las calles en general necesitan una mejora en el asfalto, están abandonadas, hemos hecho fotos y por ejemplo una de las arquetas acabará hundiéndose.

--¿Otras demandas en la libreta de asuntos pendientes?

--Tenemos un agujero de medio metro en el techo del bar de la asociación vecinal. Avisamos al ayuntamiento el pasado 4 de enero porque ya cabía un dedo y nos daba miedo de que se cayera encima de un cliente, y al final se desprendió una mediodía que afortunadamente no había nadie. Aún no han venido a verlo. Por otra parte, hay problemas con algunos árboles que meten las raíces en las casas, y otros están enfermos o muertos. Hace tiempo se acordó su sustitución pero tampoco se ha hecho nada.

--Un barrio aislado por la vía, otra asignatura pendiente...

--Lo que necesitamos es un acceso de dos carriles por sentido. Ahora, en horas punta, miles de vehículos tienen que pasar a la vez por el puente, de un carril por sentido, y las colas llegan hasta la segunda rotonda de la avenida de la Constitución. No podemos seguir así.