La trágica muerte de María Antonia Pérez causó una gran conmoción, sobre todo en Casar de Cáceres, su localidad natal y en la que residía con su madre y su hija, de 16 años, fruto de una relación anterior. Trabajaba como empleada de hogar y era muy querida por todos sus vecinos, como se demostró en el funeral, celebrado la tarde del 21 de mayo --justo el día en que se cumplían seis meses desde que su padre falleciera repentinamente de un infarto-- entre profundas muestras de dolor.

A María Antonia la arrebató la vida su expareja, Issam Ghayour, quien al asesinarla a ella arrebató asimismo una madre a una hija y también una hija a una madre. Precisamente para ésta, para la madre de la fallecida, pide la fiscal en concepto de responsabilidad civil que se condene al acusado a pagarle una indemnización de 90.000 euros por los daños morales causados.