La asociación Vencejos de Extremadura ha remitido al alcalde de Cáceres, Luis Salaya, más de tres mil firmas con las que piden para mantener los nidos de vencejos del Baluarte de los Pozos en su actual localización ya que, a su juicio, no constituyen ningún perjuicio para el monumento.

El edificio cuenta con más de 170 agujeros en sus fachadas, en su mayoría mechinales y agujales del tapial, elementos estructurales propios, y la asociación ya ha identificado unos 50 nidos de vencejos y advierte de que hay más.

La asociación ha recordado que una llamada pública de atención en julio, tras la colocación de andamios para las obras de restauración de la muralla cacereña evitó la masacre de estos nidos.

A su juicio, podría haber más de los 50 identificados puesto que las observaciones se han producido al final de la temporada de reproducción, cuando un número indeterminado de parejas podrían haber acabado de criar.

Además, otras especies protegidas de más difícil detección podrían también estar ocupando dichos huecos, como es el caso de los murciélagos.

El proyecto de restauración prevé el cegado por distintos procedimientos de todos los huecos de las fachadas, según ha recordado la asociación, con un sellado interno hasta escasos centímetros de las aberturas que se mantendrán visibles y, en otros casos, con tacos y cabezas de madera.

Sin embargo, para esta entidad, los vencejos son “los habitantes de la muralla y su desahucio no está justificado”.

“En nuestra opinión, se está obviando la existencia de especies protegidas que viven en dichos huecos, que constituyen un valor intrínseco del monumento muy importante”, ha expuesto.

Para la asociación, estas no constituyen una amenaza real para su conservación, pues se localizan en elementos estructurales y el daño que pueden ocasionar es “mínimo o nulo”, y asumible durante las obras periódicas de mantenimiento.

Asi, ha reiterado que existen alternativas al sellado de los nidos que hacen compatibles la conservación del patrimonio histórico artístico y el natural, como lo ocurrido con las murallas de Lugo y de Ávila.

En este sentido, ha expuesto que las normas exigen tener en cuenta los valores medioambientales en la zona cacereña, una Zepa perteneciente a la Red Natura 2000.

En su opinión, la colocación de nidales entre el Baluarte de los Pozos y la Torre del Río es una medida “necesaria”, pero su eficacia no está granizada a corto y medio plazo, ya que estas aves, “por naturaleza desconfían de los huecos que no conocen, pudiendo, en muchos casos, necesitar bastante tiempo para su aceptación”, ha señalado.

Así, ha reiterado que si desaparecen los nidos del baluarte, las aves intentarán entrar “inútilmente donde antes estaban sus nidos” durante meses, por lo que sería una pérdida “irreparable” de la naturaleza del propio monumento.