A tenor de los irrefutables datos, lo cierto es que en el primer semestre de este año la siniestralidad al volante se ha reducido en Cáceres un 50%. Frente a los 55 atropellos detectados en el mismo período de 2015 se ha bajado a los 24 de 2016. Bien es cierto, como ayer aseguró la alcaldesa, Elena Nevado, que «la fatalidad ha querido unir en el tiempo el número de siniestros» y en solo 10 días la capital cacereña ha registrado cuatro atropellos, uno de ellos mortal, acaecido el pasado 11 de mayo cuando la cacereña de 25 años María José Ojeda Pavón perdió la vida tras ser arrollada mientras cruzaba un paso de peatones de la avenida de la Hispanidad, a la altura de la estación de autobuses (a donde se dirigía) por un vehículo cuyo conductor rebasaba el límite de 50 kms/h que marca la vía y carecía, según el atestado, del seguro obligatorio. Los otros atropellos se sucedieron días después en la barriada de San Blas, del Vivero, y en la calle Gabino Muriel, aunque afortunadamente sin las graves consecuencias del primero.

La situación ha causado una gran preocupación en la ciudad y el ayuntamiento no ha tardado en arbitrar las medidas necesarias para atajarla. Elena Nevado convocó ayer una reunión de urgencia con responsables de la Jefatura Provincial de Tráfico, la Concejalía de Seguridad Ciudadana, la Policía Local y el Servicio Municipal de Infraestructuras. La jefa del Ejecutivo hizo un receso en este encuentro para comparecer ante la prensa y anunciar la inminente puesta en marcha de un Plan Integral de Seguridad Vial. «La ciudad está por debajo de la media nacional, pero nuestra prioridad es la seguridad», aseveró la dirigente municipal.

El plan nace consensuado con la Jefatura Provincial de Tráfico y la Policía Local de Cáceres. Hace especial hincapié en los niños, los jóvenes y las personas mayores siguiendo las pautas de movilidad del Plan Estratégico de Seguridad Nacional 2011-2020.

las MEDIDAS / El plan incluye, en primer lugar, reducir con poda el arbolado y reubicar los contenedores de basura situados cerca de los pasos de peatones de la ciudad que impidan la visibilidad. Además se actuará en tres de las avenidas más problemáticas de la capital cacereña: la Hispanidad, Virgen de la Montaña y Virgen de Guadalupe. Aunque de la avenida de la Hispanidad es de la que más se habla estos días, la alcaldesa aclaró que, sin embargo, la avenida Virgen de Guadalupe la supera en peligrosidad (en la primera se han producido dos accidentes y en ésta última se han registrado cuatro este año). En las tres vías el ayuntamiento actuará colocando semáforos inteligentes con pasos de peatones que se iluminarán.

Además, habrá radares fijos y se mantendrán los móviles. La alcaldesa insistió en que, en este caso, se estudiarán también las vías alternativas y calles aledañas a las conflictivas para evitar que tras la incorporación de medidas disuasorias los problemas de tráfico se trasladen a esos puntos.

Igualmente, el ayuntamiento tiene previsto reunirse con los examinadores, se colocarán paneles fluorescentes en las cercanías de los colegios y Virgen de Guadalupe contará con una actuación especial ensanchándose las aceras, trazándose los carriles de forma definida y ganando espacio para el peatón. La alcaldesa comentó que el consistorio ya ha actuado en las inmediaciones de esta avenida y San Pedro de Alcántara y que los resultados son tan positivos que se extenderán al conjunto de la vía.

Nevado negó que la ciudad tuviera un problema de iluminación e hizo un llamamiento a la responsabilidad de conductores y peatones. En este sentido, reiteró que este plan no se pone en marcha «para poner multas ni con un afán recaudatorio sino para contribuir a que los ciudadanos respeten las normas».

Finalmente, la alcaldesa comentó que el ayuntamiento tiene en marcha un parque de educación vial que seguirá potenciando. Por su parte, el jefe de la policía local, Ángel Carvajal, recordó que en la Hispanidad se han realizado 12.000 controles de velocidad en lo que va de año.