Los autobuses urbanos recorrieron 1.208.000 kilómetros en el año 1995. Durante el 2003 se hicieron 2.451.000. Pero no es lo único que se dobla. Hace diez años el ejercicio se cerró con pérdidas por valor de 150 millones de pesetas (900.000 euros), mientras que el 2003 acabó con un déficit de 1,9 millones de euros, que quedó en 2.071.000 con el IVA. El número de vehículos se incrementa en igual proporción, y de los 18 autobuses que había hace una década se pasa a los 37 que ahora circulan por las nueve líneas, que en realidad son once con las dos del campus y que son, con la cifra de viajeros, lo único que no se dobla, ya que en 1995 había siete líneas y ese año utilizaron el autobús 3,5 millones de usuarios frente a los 6 que lo hicieron durante el 2003.

Con estos datos hasta se podría decir que el resultado es positivo, ya que el déficit crece en igual proporción que el servicio a pesar de que la subida de usuarios es inferior. Pero también ponen de manifiesto que tras diez años no se han encontrado soluciones al déficit, que irá a más, ya que el servicio aumentará al crecer la ciudad, y con pérdidas que superarán los dos millones.