La Asociación de Amigos del Parque del Príncipe volvió a contar, y ya van siete, con la Sociedad Micológica Extremeña para esta ruta por el pulmón de la ciudad cacereña en busca de setas.

Este año, la sequía que vive el país ha propiciado una situación inusitada: que haya más hongos en el parque del Príncipe que en los campos de alrededor.

Hasta veinte especies han encontrado los participantes en la ruta, comandados por Fernando Durán, presidente de la Sociedad Micológica Extremeña. Tras la recolecta, ha llegado el momento de la clasificación y exposición. Boleto del álamo, setas de chopo, un boletus aereus, champiñones de los buenos y de los tóxicos, «a los que si hacemos un corte en la base del pie, vemos que amarillea rápidamente», explica Fernando Durán. También varios tipos de yesqueros, una seta de la madera que ya se usaba en la prehistoria. De hecho, Otzy, el hombre de hace más de 5.000 años que apareció congelado en los Alpes, en la frontera entre Austria e Italia, llevaba dos tipos de esta seta: «una para encender fuego y otra para uso medicinal» cuenta Durán.

Los niños son los que más disfrutan de este tipo de actividades, «la nueva cantera», como les llama el presidente de la Sociedad Micológica Extremeña, siempre dispuesto a explicar curiosidades y dar datos técnicos a quienes se acercan con curiosidad a la mesa de exposición, donde huele a campo y a naturaleza en otoño.