El personal de la Sección Municipal de Parques y Jardines no recuerda actos vandálicos "de esta virulencia" en el parque del Príncipe. Desde el inicio de las vacaciones de Navidad, varios grupos de menores de entre 12 y 16 años se han dedicado a desplazarse hasta la mayor zona verde de Cáceres para "destrozar por destrozar", y además mantienen una actitud arrogante ante el guarda y la policía local, que ya ha tomado cartas en el asunto. "No hay precedentes de tantos daños en el parque de forma continuada. En solo un mes han podido causar tantos perjuicios como los que se vienen registrando en un año", explica el jefe de la sección, Miguel Durán.

En concreto, han arrancado todas las papeleras del paseo central en un solo día, han roto la cristalera de un lateral completo del jardín botánico (se abrirá próximamente al público), han tirado literalmente al suelo media docena de farolas y han acabado con los carteles identificativos de algunas especies. Pero además, los contenedores de la piscina aparecen cada mañana en la fuente. Los daños podrían elevarse según cálculos estimativos a unos 15.000 euros.

ACTITUD DESAFIANTE Existe un problema añadido: los jóvenes, lejos de escabullirse tras cometer sus gamberradas, provocan al guarda y no temen el enfrentamiento. Los últimos actos vandálicos se produjeron el pasado sábado, pero la policía local ya ha destinado a la zona a algunos de sus efectivos tanto de paisano como uniformados, de modo que los daños en el mobiliario no se han repetido hasta ahora.

Además, los agentes han conseguido identificar a cuatro menores, cuyos padres fueron llamados y puestos al corriente de todo lo sucedido. "Ninguno fue visto in situ provocando los destrozos, de forma que no se han tomado medidas contra ellos", explica el inspector Emeterio Corchado. Aun así, el responsable policial asegura que los padres se mostraron "afectados" al conocer los hechos y se manifestaron dispuestos a colaborar con los agentes, a quienes agradecieron la información.

Por el momento, el ayuntamiento ha tenido que reparar las farolas (su coste es elevado) y las papeleras deterioradas. La Sección Municipal de Parques también presupuestará los daños en la cristalera del jardín botánico, donde debe mantenerse una temperatura suave durante todo el año que nunca descienda de los dos grados.