El Mercado Medieval de las Tres Culturas culminó ayer en la ciudad monumental después de tres días de intensa actividad y un "éxito de participación sin precedentes", según dijo la presidenta de la Federación Nacional de Artesanos Medievales, Milagros Azañón. Aunque la organización no supo dar cifras del número de asistentes, sólo basta un ejemplo que corrobora la elevada presencia de cacereños: "El sábado por la noche, desde la plaza de San Mateo hasta la de Santa María se tardaba una hora en llegar", apuntó Azañón.

El mercado se inauguró el viernes y ha reunido en sus tres escenarios principales --San Mateo, San Jorge y Santa María-- a 115 artesanos. La federación tiene su sede en El Robledo (Ciudad Real), pero lo cierto es que a la cita cacereña han acudido mercaderes de distintos puntos de España y muchos de la provincia de Cáceres, que previamente han contactado con la directiva de la asociación para acudir al acto. "Nos envían su currículo, fotografías y luego seleccionamos", subrayó la presidenta.

La federación, que en las próximas semanas viajará a Baeza y Toledo, mostró ayer su satisfacción porque el mercado se amplíe el año que viene al barrio judío. En este sentido, la presidenta anunció que se incorporarán más novedades y se ampliará el número de puestos, aunque comentó que no era conveniente llegar a los 200 para evitar la masificación. Por su parte, Manuel Rodríguez Cancho, concejal de Turismo, destacó que la cita está "consolidada" y avanzó que el próximo año el mercado tendrá un día más.

Milagros Azañón explicó que todos los años el mercado varía. Recordó que en la apertura de esta edición ha habido fuegos artificiales y que durante los tres días de celebración se han desarrollado pasacalles, música y atracciones infantiles, todas ellas con ambientación medieval.

Respecto a las críticas vertidas por la asociación de vecinos sobre el volumen de coches aparcados durante esta edición en el área de la plaza del Socorro y el Parador, la presidenta comentó que contactó con los empresarios cuyos vehículos impedían el paso, para que los retiraran. Señaló que la mayoría duermen en hoteles, pero que hay algunos que pernoctan en sus furgonetas. "Tratan de situarlas en lugares donde no molesten".