Hoy, entre las tres y las cinco de la tarde, se cumplirá una semana del doble asesinato de una brutal paliza de Juan Antonio Torrecilla y su mujer Mercedes García, ambos de poco más de 50 años. Murieron, según ha podido saber este diario de fuentes cercanas a la investigación, en esa franja horaria el martes día 21, justo un día antes de que fueran encontrados (el miércoles) los cadáveres en el salón principal de la vivienda por los hijos menores de la pareja y el chófer, ahora imputado en el crimen. Fue precisamente el conductor y hombre de confianza de la pareja el que fue a buscar a los hijos del matrimonio que vivían en Cáceres para alertarles de que no encontraba a sus padres y no abrían la puerta.

Esta hora de la muerte encajaría con la versión que ofrecieron a este diario el personal de algunos establecimientos hosteleros del entorno de Montesol que frecuentaba a diario la pareja, desde por la mañana hasta la noche, y que, según los mismos, la última vez que se les vio con vida fue en el mesón La Tarama, en la calle Pedro Romero de Mendoza, el martes al mediodía.

La investigación policial ha incidido en determinar dónde se encontraban los dos detenidos en el tramo horario en el que se produjo la muerte del matrimonio y a qué lugares de la casa tenían acceso. Igualmente, los investigadores se han interesado en sus interrogatorios por si alguien, incluidos los detenidos, había visto en la vivienda un bate de béisbol o similar, lo que podría haber sido el arma del crimen.

Por otro lado, ayer se confirmó por la policía que la detención en Aldea Moret de otro individuo en busca y captura el mismo día que se practicaron las otras detenciones, la de la asistenta también en Aldea Moret el viernes, no tenía inicialmente relación con el crimen como se informó en este diario.