Jueves, 6 de junio. 11.32 horas de la mañana. 500 niños de los colegios María Auxiliadora y Moctezuma, y de los institutos Agora y García Téllez, asisten a una representación en el Palacio de Congresos de Cáceres. En el camerino se ha iniciado un incendio que nadie detecta... provoca una explosión... se derrumban estructuras. La mayoría de los chavales escapan por las vías de evacuación, pero una veintena están heridos y permanecen en el suelo. Hay víctimas con quemaduras y traumatismos, algunas en estado grave, incluso crítico. Las emergencias cacereñas tienen que coordinarse para actuar muy rápido.

Afortunadamente fue solo un simulacro organizado por el Colegio de Enfermería de Cáceres, dentro del Curso de Experto Universitario en Urgencias y Emergencias, cuyos alumnos actuaron ayer ante una situación de máximo estrés. Pero además se sumaron unos 200 efectivos entre bomberos, Cruz Roja (9 ambulancias), SES, Protección Civil, Policía Local, Policía Nacional y puesto médico avanzado del 112, "para valora sobre el terreno la capacidad de trabajo y coordinación en una circunstancia extrema", explicó José María Calvo, médico, docente del curso y coordinador del simulacro.

Algunos ciudadanos se asustaron al ver el despliegue de las emergencias y el corte de las calles, pero mereció la pena. "Aquí ponemos en práctica lo aprendido, y además sirve para valorar el nuevo plan de autoprotección del Palacio de Congresos tras su ampliación", detalló Isidro Nevado, presidente del Colegio de Enfermería.

Los escolares de los cuatro centros educativos se prestaron encantados, y también los antiguos alumnos del mismo curso de Enfermería, que hicieron a la perfección de víctimas, eso sí, con una sonrisa final.