Es el único que goza en Cáceres del privilegio de lucir en su fachada el escudo de los Reyes Católicos, a los que dio alojamiento en 1477 y 1478. Tiene un aspecto robusto, imponente, muros recios que han soportado los avatares de seis siglos y que todavía hoy siguen mirando al futuro con una fortaleza casi arrogante. Se trata del mayor palacio del patrimonio monumental cacereño, pero muy pocos conocen su interior. Y eso también será historia. Desde el próximo año, los Golfines de Abajo abrirán sus puertas al público y extenderán la alfombra de entrada a los siglos XV y XVI.

La Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno, creada recientemente con el fin de gestionar el extenso patrimonio de la propietaria del palacio, fallecida en 2012, ya está iniciando los trámites para hacer visitable el inmueble. En concreto se abrirá la planta baja, donde se emplazan varios salones, el patio porticado y, sobre todo, la magnífica Sala de los Linajes, mandada construir en 1530 por Sancho de Paredes Golfín, camarero de los reyes Isabel y Fernando, con todos los escudos heráldicos de los distintos linajes que se fueron entrelazando con la familia. Su policromía y la del artesonado completan la belleza de la estancia, junto con un friso que muestra los antecedentes genealógicos de los Golfines.

UN DESEO EXPRESO Así lo ha confirmado Miguel Angel Arroyo, representante de los bienes de la fundación en Cáceres, que se crió entre los muros de este palacio donde su padre ejerció como administrador. Aunque prefiere mostrarse cauto hasta que se concreten los detalles, sí explica que se abrirá por expreso deseo de Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno, "como atención al público, al turismo y a Cáceres en general", afirma. Tendrán que realizarse ajustes, pero las mayores obras en este inmueble de unos 4.000 metros cuadrados ya se acometieron en la década de los 90 y en el 2004. Por cierto que también pertenece a la fundación el palacio de los Arenales, hoy hotel de cinco estrellas.

Los Golfines de Abajo no se utiliza como domicilio desde la primera mitad del siglo XIX. Durante largo tiempo ha sido segunda vivienda esporádica de sus propietarios, aunque la reja que limita la entrada solía estar abierta y era posible entrar hasta el patio. Sin embargo, los años 80 trajeron un aumento de la delincuencia y una merma general de la seguridad, también en la parte antigua, lo que obligó a cerrar la puerta por prudencia.

Con ella se acabó la posibilidad de siquiera atisbar el interior de este monumental palacio, levantado en el siglo XV siguiendo los cánones de las casas fortalezas. En su estructura gótica destacan las dos torres de distintas proporciones, una más baja a la izquierda y otra muy alta a la derecha, en ángulo, con matacanes y grandes ventanales superiores con arco rebajado. En ella figura la inscripción: 'Esta es la casa de los Golfines' .

ALARDE DE ESTILOS La fachada pertenece al siglo XVI y también sorprende. Es una de las más ornamentadas de Cáceres con una bella unión del gótico y el plateresco. Concentra los distintos elementos de otros palacios y casas solariegas, como una muestra del poder de este linaje: bella crestería en granito de la tierra, ventana geminada, blasón de los Reyes Católicos, otra ventana enrejada, puerta de medio punto con dovelas y sillares radiados, todo ello enmarcado en un alfiz.

La apertura del palacio, que tendrá lugar dentro de unos meses, ya en 2014, forma parte de las primeras medidas llevadas a cabo por la fundación, constituida meses antes de la muerte de Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno, condesa de Torre Arias con Grandeza de España, Marquesa de Santa Marta y Marquesa de la Torre de Esteban Hambrán.

Dicha fundación nace con una finalidad de servicio a la sociedad, mediante acciones concretas en los campos de la formación juvenil, la investigación científica y el medio ambiente. Su importancia es tal que el propio ministro de Agricultura, Alimentación y Medioambiente, Miguel Arias Cañete, acudió en mayo a la presentación y alabó la iniciativa.