Maite Berrocoso asegura que disfruta como cualquier otra persona de los días de feria y que todos los años hace alguna escapada al recinto para ver las atracciones y el ambiente. Agente de desarrollo de la comunidad sorda de la Federación de Sordos de Extremadura (FEXAS), recuerda que siendo niña corría de una atracción a otra para no parar de montar.

--¿Cómo vive la Feria de San Fernando?

--La verdad es que la disfruto bastante y la vivo muy bien, con muchas ganas. Me gusta mucho el ambiente que hay en esos días, estar con la gente, ir a las casetas. Creo que puedo disfrutarla como cualquier otra persona.

--¿Qué hace cuando va allí?

--Las personas sordas siempre buscamos sitios poco concurridos que favorezcan el contacto visual. Si hay gogós en una caseta o gente que está bailando, nos ponemos cerca e imitamos los movimientos que hacen. También buscamos las zonas en la que está la música más alta o donde están los altavoces, porque las vibraciones que transmiten nos dan la sensación de música.

--¿Qué recuerdos tiene de cuando era una niña?

--Recuerdo que montaba, montaba y montaba sin parar. Me daba mucha satisfacción, iba corriendo de uno a otro. Me encantaba.

--¿Alguno en especial?

--Los coches de choques y los castillos flotantes, que me encantaban. La noria no me gustaba mucho pero montaba algunas veces, y otros como la olla no me gustaba nada, de hecho me daba un poco de miedo.

--¿Aprovecha para ir todos los días o solo algunos?

--Solo algunos días. De hecho de niña tampoco iba todos los días. Soy de un pueblo de Cáceres, aunque cuando era niña vivía en una residencia porque iba aquí al colegio aquí. Recuerdo que los cuidadores nos llevaban a pasar un día. Era una jornada de fiesta.