Llegó a Cáceres en 1992 para trabajar en Radio Nacional de España y coincidió con los inicios del festival. César Serrano, ya retirado de las ondas y actual secretario de Comunicación del PSOE en Extremadura, recuerda los buenos momentos vividos en el certamen.

--¿Qué imagenes se le vienen a la cabeza de los comienzos?

--Con el Womad, en la ciudad se instala la república de la libertad y la tolerancia. El festival tiene muchas imágenes: gente de distintas culturas y estéticas, y con músicas muy diferentes. Es un contraste enorme para una ciudad tranquila y sosegada.

--¿Cómo se vivía el festival cuando estaba en la radio?

--Primaba por encima de otras noticias. Los técnicos son esenciales porque el Womad es sonido. Ahí estaban Solís, Cele Gómez, Andrada... gente extraordinaria y muy quisquillosa. Querían siempre el mejor.

--¿Recuerda algún momento?

--No soy mitómano, pero sí recuerdo a Suzanne Vega con su guitarra en la plaza Mayor y nadie le hacía caso. Probablemente antes habría habido unos africanos con un ritmo que te morías.

--¿Compartió el festival con estrellas de la radio?

--No olvidaré nunca a Manolo Ferreras, un personaje entrañable con el que fui al certamen.

--¿A quién le gustaría ver en un cartel de Womad?

--De los artistas vivos, a Bob Dylan y, por supuesto, a Camarón.