Una vida sobre ruedas que le ha permitido convertir parte de su afición en su trabajo. De la noche a la mañana, se conformó como empresario. Se trata de Samuel Padilla Hisado, un cacereño de 30 años -recién cumplidos- que desde hace dos apostó por la gerencia del negocio en el que llevaba cinco años trabajando.

No pensó antes que su destino fuera a ser ese. Estudió en el colegio Extremadura y después en el IES Universidad Laboral. Al mismo tiempo, disfrutaba de su pasión, la biclicleta, que desde los 15 años forma parte de su vida. Dice ser un aficionado al deporte del ciclismo pero lo cierto es que ha recorrido campeonatos importantes de Extremadura e incluso ha sido seleccionado para algunos a nivel nacional. Tras finalizar Bachillerato, dónde decidió que quería ser ingeniero en Obras Públicas, se inició en la vida universitaria. Lo que no sabía es que un día, entre apuntes, iba a decidir trabajar en la tienda de bicicletas que frecuentaba como cliente. Al principio, «necesitaban que le echase una mano», luego se apartó de los libros. De repente, entre la desmotivación porque sus amigos que salían de la carrera no tenían trabajo y que le gustaba lo que hacía en la tienda, se formó como un empleado más.

Así estuvo durante cinco años, hasta que su jefe se prejubiló. No le dio tiempo a pensarlo, Ciclos Rueda se traspasaba y el propietario le ofreció el negocio, era su momento. «Entre un pellizco de ahorros y un poco de ayuda me quedé con el establecimiento», relata. Ahora, es una de las principales tiendas de ciclismo de Cáceres.

Su idea nunca fue marcharse, desde que empezó la universidad sabía que quería quedarse en su ciudad. Asegura que si ahora tuviera que irse sería «por no tener más remedio que hacerlo». A su juicio, «la ciudad está muy bien pero los políticos deberían promover otros ámbitos como el comercio local, los alquileres son prohibitivos. Se trabaja para pagar, los autónomos no lo tenemos nada fácil y me consta que en otras ciudades sí». Sin embargo, para vivir le gusta, «me veo aquí para siempre».

Pese a considerar complicado iniciar de cero una empresa, asegura que emprender es muy importante. Por ello, anima a otros jóvenes a descubrir nuevos negocios, a arriesgar y a crecer. Pero primero con formación, «no hay que abandonar los estudios».

Padilla seguirá en su templo del ciclismo como un empresario local viviendo de su afición.H