La Guardia Civil recibe la Medalla de Cáceres por su «lealtad», su «honor» y su «compromiso» con la ciudad. La benemérita recogió ayer arropado por una amplia representación de la vida social y política de la capital. Como novedad, el acto de entrega se celebró en el Palacio de Congresos en lugar de en Gran Teatro y transcurrió entre un aforo de más de medio millar de asistentes y una ceremonia que se interrumpió en varias ocasiones por los aplausos y gritos de «Viva la Guardia Civil».

Estuvieron presentes el director de la Guardia Civil, Félix Vicente Azón, y el teniente general Mando de Operaciones, Fernando Santafé y autoridades como la delegada del Gobierno en Extremadura, Yolanda García Seco, el Subdelegado del Gobierno en Cáceres, José Antonio García; el presidente en funciones de la Diputación de Cáceres, Carlos Carlos. El acto respetó los tiempos, se prolongó durante algo más de una hora y fue conducido por la periodista Miriam Rodríguez. Abrió la lectura del acta y la intervención de la concejala de Cultura, Fernanda Valdés, que destacó su vínculo con la ciudad.

Tras la firma en el libro de honor, tuvo lugar el momento álgido con la entrega del galardón, que impuso el alcalde Luis Salaya a la comandante de la comandancia en Cáceres, María Jesús Pascual, que más tarde en su discurso mostró la «satisfacción» y el «orgullo» por el galardón y puso de manifiesto que el premio «estimula para continuar en la misma línea de trabajo y esfuerzo». Cerró la actuación de la asociación de folclore. La Medalla de Cáceres es el máximo galardón que otorga la ciudad. En 2013 la recibió El Periódico Extremadura.

Una de las anécdotas del acto la protagonizó la propia insignia. Fuentes denunciaron que la medalla no era la reglamentaria y el ayuntamiento defendió que ese fue el galardón que dejó el anterior gobierno municipal y que entregaron también el diploma acreditativo, un aspecto recogido en el protocolo que no se cumplió en años anteriores.