El Colme, medicamento utilizado en los presuntos envenenamientos de Trujillo, se usa en la fase de deshabituación de alcohólicos, produce alucinaciones y es muy agresivo. Según el vademécum es un medicamento cuyo principio activo es la carbimida cálcica, que "paraliza el metabolismo del alcohol, incrementándose los niveles de acetaldehido en sangre, lo que provoca una serie de manifestaciones clínicas desagradables en el paciente, como náuseas, vómitos, sudoración...". Puede provocar un empeoramiento de insuficiencia coronaria, infarto de miocardio e insuficiencia respiratoria; y se aconseja un especial control a los pacientes diabéticos que lo ingieran.