A Carmen Hoyos le atemorizaba la idea de que el coronavirus se colase en la cárcel y hubiera una explosión de casos. Ella ha sido durante años médico del centro penitenciario de Cáceres (se jubiló en 2019) y sabía a la perfección que si el covid-19 entraba en la prisión podía suponer terribles consecuencias, ya que muchos de los presos son personas inmunodepremidas y con muchas patologías. Finalmente no fue así pero prácticamente a diario mantenía contacto con sus antiguos compañeros para interesarse sobre la situación. El miedo y la incertidumbre de que les afectara la pandemia le llevó a levantar el teléfono y ponerse a disposición de Sanidad para ayudar en lo que fuera necesario, en la cárcel o donde hiciera falta, aun estando jubilada.

Su caso no fue aislado. De hecho, desde que estallara la pandemia el colegio de médicos de Cáceres no paró de recibir llamadas de antiguos especialistas que querían, de una manera u otra, aportar su ayuda en esta situación crítica. En todo este tiempo ha elaborado una lista con 29 facultativos que se han puesto a disposición del Servicio Extremeño de Salud (SES), primero para luchar contra el covid y ahora para agilizar el proceso de vacunación. «Se inició en marzo, cuando vimos que había un problema grave y se intuía la sobrecarga que podían tener los compañeros de los hospitales y de Atención_Primaria._La gente llamaba de forma individual», explica Hoyos, que además perteneció a la directiva del colegio.

El colectivo de profesionales se ha puesto en contacto con Sanidad para informarle de que cuentan con un grupo de médicos dispuestos a ayudar, pero hasta ahora no ha recibido respuesta. Son sobre todo facultativos de Atención Primaria, pero también especialistas o cirujanos plásticos.

«Entendíamos que, dada la situación, nuestra ayuda iba a ser imprescindible, lo que queremos es ayudar a nuestros colegas y a los pacientes, todo esto entra en nuestro concepto de servicio público», insiste Carmen Hoyos. Y se lamenta porque, hasta ahora, su disponibilidad no ha sido aceptada. En su caso siente sobre todo la necesidad de colaborar con sus compañeros de Atención Primaria, porque están «saturados». «En la opinión pública está la idea de que hay una falta de atención, pero nada más lejos de la realidad. Hay una sobrecarga absoluta, por eso estamos convencidos de que nuestra ayuda es necesaria», dice.

Guadalupe Morales, que fuera médico del centro de salud de Ahigal durante una década (se jubiló hace cuatro años) es otra de las colegiadas que ha ofrecido sus servicios. En su caso lo hizo cuando comenzó el proceso de vacunación, junto a su compañero del mismo consultorio. «Dejé la profesión hace cuatro años y para volver tendríamos que reciclarnos y formarnos, pero para vacunar o para hacer papeleos de la vacuna estamos capacitados», apunta. Tampoco ha recibido respuesta.

Apuntados en las bolsas de empleo

Apuntados en las bolsas de empleoTambién ha habido enfermeros que se han puesto a disposición de Sanidad por la misma razón, como Miguel Ángel Palacios, que está en posesión del título pero no ejerce. Es funcionario de la Junta de Extremadura y, cuando ofreció sus servicios, le comunicaron que si quería trabajar debía pedir una excedencia en su puesto actual, lo que conlleva la pérdida del destino. Se apuntó en la bolsa de empleo de la Junta y del Sexpe y aún continúan llamándole para ofrecerle puestos vacantes.

También José Claudio Bejarano, enfermero de rayos recién jubilado (ha estado 40 años trabajando en Cáceres). Vivió dentro del hospital la primera ola de la pandemia, de hecho se fracturó un hombro mientras intentaba mover a un enfermo de UCI con covid para hacerle una radiografía. No se dio de baja porque sabía la falta que hacía en ese momento. Se jubiló en septiembre, pero en diciembre, cuando comenzó la vacunación, volvió a ofrecerse para agilizar el proceso. Se puso en contacto con su supervisora, que se lo comunicó a la gerencia. Como no recibió respuesta le envió un mensaje privado en las redes sociales al consejero de Sanidad, José María Vergeles, pero tampoco ha recibido respuesta alguna.

Desde Sanidad aclaran que hasta ahora no se han puesto en contacto con estos profesionales porque necesitaban dar seguridad jurídica a esas contrataciones. Sí lo harán ahora, después de que el Consejo de Ministros haya dado luz verde a un decreto que permitirá compaginar la pensión de jubilación y el trabajo activo durante la pandemia. Esta normativa es aplicable tanto a los médicos como a los enfermeros.