El señor Vergeles, consejero de Sanidad de la Junta de Extremadura, ha celebrado una serie de reuniones con diversos colectivos cacereños para informarles de la obra del hospital, sus plazos de ejecución y las previsiones de la segunda fase. Sería comprensible que el sr. Vergeles se colgara la medalla de haber sido quien ha culminado las obras de la primera fase del hospital que al parecer tiene como fecha este año, pero eso en ningún caso borra la grave mancha que lucen los diversos gobiernos que a lo largo de más de una década han gestionado tan nefastamente este proyecto ni deja satisfechos a los cacereños que contemplan día a día cómo se prolongan en el tiempo las obras cacereñas, si es que no se olvidan, mientras en otras partes de la región no cejan de llevarse a cabo mejoras sustanciales innecesarias en ocasiones.

Sin embargo los problemas no han acabado para el sr. Vergeles ni para los cacereños. En primer lugar le deseamos mucha suerte en la gestión de la instalación material del centro sanitario y de la planificación diaria y mucha más suerte en el discurrir de las asistencias pues sería una tragedia que durante alguno de los desplazamientos de enfermos que deberán hacerse desde el actual san Pedro hasta el Cuartillo sucediera un accidente de cualquier tipo.

Y en segundo lugar le queda por resolver la segunda parte del hospital que debe ser un misterio pues no aparece por ningún lado una consignación presupuestaria o una previsión al respecto y si los cacereños ya nos hemos resignado a tener dos semihospitales no creo que nos resignemos ni soportemos una demora más lejos de la exigible en estas obras. Situaciones como esta son las que dan lugar a ese sentimiento de olvido de Cáceres respecto a Badajoz que tiene la Junta que le lleva a ver injusticias y favoritismos que los políticos no quieren ver e incluso intentan desmontar pero la realidad es que ese sentimiento es cada vez mayor y esa es una situación que no debe permitirse.