La mejora de la red de saneamiento y abastecimiento de la zona de San Blas comenzará en los próximos días, antes de que finalice el mes de enero según confirmaron ayer fuentes de Acciona, la empresa concesionaria del servicio de aguas de la ciudad, que es la que ejecutará estos trabajos de modernización de la red. Se trata de una actuación demandada desde hace años por los vecinos y destinada a acabar con los problemas en la calidad y en la recogida de agua en tres de las calles de esta zona: Arapiles, Bailén y Puig Mejías, ubicadas en el punto más bajo.

Acciona ha iniciado ya los contactos con la empresa que llevará a cabo los trabajos, que se realizarán en dos o tres fases consecutivas y tendrán un periodo de ejecución próximo a los tres meses. La actuación que comenzará en los próximos días permitirá renovar un total de 320 metros de la red de abastecimiento de la zona, la mitad en las calles Bailén y Arapiles, y otros 160 metros en la vía principal, la avenida de San Blas. En ambos casos, lo que se hará será retirar canalizaciones de función gris que llegan a tener 30 años de antigüedad para sustituirlos por otras de fundición dúctil, más modernas. En la avenida de San Blas, lo que se renovará es solo un tramo de la calle, el que aún utiliza este viejo material.

En cuanto al saneamiento, se sustituirán 170 metros de tubería de hormigón de las calles Bailén y Arapiles y se mejorará la capacidad de desagüe de la calle Narciso Puig, creando más sumideros o haciéndolos más grandes, con el fin de evitar las balsas de agua que se generan en la zona cuando llueve. El presupuesto de esta actuación es de 102.000 euros.

SOLO SANEAMIENTO En el caso de la actuación en el entorno de Marqués de Oquendo, la obra se limita a la mejora del saneamiento en las calles Comandante Joaquín González y el tramo de Marqués de Oquendo que comprende desde Lucio Cornelio a Joaquín González. Cuenta con un presupuesto de 33.000 euros y un plazo de ejecución de dos meses, señalan fuentes de la empresa. Como la obra de San Blas, comenzará en los próximos días y supondrá la renovación de 136 metros de canalizaciones de hormigón que en estudios previos se vieron que estaban muy deterioradas. La actuación requerirá cortes puntuales de tráfico en la zona, a pesar de que se acometerá por fases para minimizar el impacto de los trabajos en la circulación de vehículos.