La difícil situación que atraviesa el país ha puesto la mirada de muchos en el Ejército, donde buscan un empleo estable, un salario seguro y opciones de promoción. De hecho, las Fuerzas Armadas han llegado al techo de los 83.000 efectivos establecidos como tope, de modo que las plazas convocadas en cada ciclo ya dependen de las vacantes que se van generando. Esto ha provocado que actualmente concurran unos 20 aspirantes por cada plaza, de forma que tienen mayores opciones los más preparados (estudios, méritos...). En consecuencia, el Ejército está incrementando notablemente el nivel de formación de sus efectivos en los últimos años.