Empezó hace dos días a correr como la pólvora en las redes sociales este mensaje: «Te informo que Las Jerónimas, teléfono 927244993, y las de San Pablo, teléfono 927247037, piden que se les compren dulces, pues no venden nada y les hace falta para comer. Ellas tienen chicos voluntarios. Pásalo por favor a ver si sacan algo las pobres. Y un dulce, no amarga a nadie».

Enseguida las propias monjas lo desmintieron. «Gracias a Dios tenemos para comer», dijeron desde el convento de Las Clarisas. «Mentira, no pasamos hambre», aclararon las de San Pablo. Las Jerónimas también desmintieron el rumor.

Fue tal la polvareda que se levantó que la diócesis emitió un comunicado en el que aclaró que tras varias semanas de organización para cumplir con todos los requisitos propios de la situación sanitaria actual en plena crisis del coronavirus, el obispado y la Unión de Cofradías Penitenciales de Cáceres han puesto en marcha un servicio de recogida de pedidos de dulces de conventos religiosos, principalmente de la ciudad de Cáceres y de algunas localidades de la provincia.

Tanto el administrador diocesano, Diego Zambrano, como algunos otros sacerdotes, han estado en continuo contacto con las religiosas, ofreciendo ayuda y acompañamiento en este tiempo de confinamiento.

Tras ese contacto, se les ha ofrecido la posibilidad de que algunos cofrades voluntarios puedan ayudarles a la venta. Ellos serán los encargados de llevarlos a las casas, a lo que han accedido gustosamente, «pero reiteramos, no porque tengan grandes necesidades, como se ha estado difundiendo en los últimos días en un whatsapp que es un bulo», sentenció Zambrano.

Para los encargos se requiere un pedido mínimo de 15 euros. Los productos no se entregarán de forma inmediata sino que se irán recopilando semanalmente para que en función de su volumen las monjas puedan poner en marcha su obrador. Una vez finalizada la producción, la entrega se hará en las 48 horas siguientes. El teléfono de contacto de lunes a viernes es el 677 118 509.