Fue una revolución cuando desembarcó en Mejostilla el 12 de abril de 2005, con su primer supermercado en Cáceres, y pretende volver a serlo con un cambio integral que ya ha supuesto la clausura y el vaciado de toda la instalación. La tienda de Mercadona situada en la confluencia de Pozo de las Nieves con Arsenio Gallego, entre Mejostilla y Montesol, cerró sus puertas el pasado 14 de septiembre con el compromiso de reabrirlas el 27 de noviembre, convertido en un nuevo supermercado que responderá al modelo de ‘tienda eficiente’ de esta compañía, líder nacional del sector.

Los trabajos son llamativos. En los últimos días se han derribado hasta los muros de la sala de venta, de unos 1.600 metros cuadrados, tras el desalojo de todo el mobiliario interior. Además, durante los meses precedentes, el parking superior se ha convertido en un nuevo recinto que dará continuidad a la tienda. Responsables de Mercadona explicaron ayer que ofrecerán todos los detalles cuando se reabra la instalación. No obstante, avanzaron que se está adaptando al modelo de ‘tienda eficiente’ aplicado ya en algunos establecimientos de Extremadura con inversiones millonarias, por ejemplo en Badajoz, Plasencia, Villafranca de los Barros y en la misma capital cacereña, donde en 2018 se reinauguró el súper de Casa Plata (el más grande de la ciudad, abierto en 2012).

Dichas superficies disponen de nuevo punto de acabado para la carne, charcutería con jamón al corte, zumo recién exprimido y lineales específicos de leche fresca, secciones que ya había incluido la tienda de Mejostilla. Pero además incorporan una góndola central en la perfumería para la cosmética especializada, nueva sección de horno con rebanadora de pan, exposición en la pescadería para los productos de concha, especialidades de sushi y sobre todo la sección ‘Listo para Comer’, con un total de 35 platos distintos que se multiplican al poder personalizarse algunos de ellos (ensaladas, pizzas o pastas). Este servicio, que se incorporará a Mejostilla, dispone de envases de materiales naturales como caña de azúcar (compostable), cartón o papel.

Además, las ‘tiendas eficientes’ transforman sus materiales y colores, disponen de pasillos más amplios y ofrecen nuevas cestas con ruedas tipo carros, y carros ergonómicos, entre otras medidas para eliminar sobreesfuerzos. A nivel medioambiental introducen recursos que reducen hasta un 40% el consumo energético.