Ningún cacereño ha vivido un enero tan frío como el pasado. Así lo afirmó ayer Adolfo Marroquín, director del Centro Territorial de Meteorología de Extremadura, que ratificó que la región ha sufrido el mes de enero más gélido de los últimos 130 años, con temperaturas que han llegado a -10 grados en el polígono El Prado de Mérida, a -7,2 grados en la capital pacense y a -4,6 grados en Cáceres. "Aún estamos recogiendo datos de más de 200 estaciones repartidas por todo el territorio extremeño, pero las automáticas, con conexión en tiempo real, han registrado temperaturas extremas", explicó.

El director ofreció esta información en el inicio de los Encuentros Medioambientales del instituto Hernández Pacheco, celebrado ayer con cuatro ponencias abiertas a alumnos y ciudadanos impartidas por Adolfo Marroquín y Ramón Vázquez, profesor del Instituto Nacional de Meteorología. La ola de frío y el cambio climático centraron buena parte de las cuestiones de estas jornadas, patrocinadas por el ayuntamiento cacereño, Caja de Extremadura y Torta del Casar.

"Curiosamente, los valores más extremos se registraron en Badajoz, porque la perturbación, de componente noreste, bordeó Cáceres", explicó Marroquín. Sin embargo, esta ola ha supuesto una excepción a la tendencia general: los datos recopilados por el propio Marroquín, relativos a los últimos 130 años, indican una trayectoria "claramente creciente" de las temperaturas.

"Que estamos en un cambio climático ya es claro, y parece evidente que el hombre tiene bastante que ver, aunque no al 100%. El nivel de gases de efecto invernadero supera varias veces al que ha existido en los 400.000 años anteriores, algo absolutamente extraordinario", señaló.

Adolfo Marroquín abordó las conclusiones del Panel de Expertos en Cambios Climáticos, que avanza las previsiones del siglo XXI. "Pero todo dependerá del camino que tome el hombre. Si seguimos como estamos, tendríamos una subida de temperaturas de hasta 6 grados. Los cambios del siglo XX se han debido a un alza de 0,6 décimas, por tanto no queremos ni pensar en las consecuencias de ese aumento".

MAS CALOR EN EL XXI Marroquín está convencido de que la humanidad cumplirá total o parcialmente el Protocolo de Kioto. "Por tanto, las previsiones para la zona mediterránea y Extremadura indican una subida de unos 2 grados, que no es poco". En cuanto a las precipitaciones, "hay una incertidumbre enorme. Si nos basamos en lo ocurrido hasta ahora, probablemente no variará de forma importante la cantidad, pero habrá periodos de sequía más largos y lluvias muy intensas concentradas en cortos plazos". El riesgo de inundaciones dependerá de cada zona, aunque en la región no se esperan grandes cambios.

Vázquez, por su parte, abordó las variables atmosféricas y las redes de observación: observatorios, satélites y radares.