El rey Alfonso XIII quedó admirado cuando le acompañó a su viaje por Las Hurdes y le concede la medalla de Isabel La Católica. El conde de Canilleros aseguró de él que había marcado una era a su paso por la ciudad. Y eso que solo estuvo seis años en Cáceres. "Seis años, dos meses y dieciocho días", matiza en su último libro Manuel Vaz-Romero Nieto, que corrobora el pensamiento sobre el obispo Pedro Segura Sáenz.

El historiador presenta al prelado de Coria y Cáceres entre 1920 y 1926 como un hombre con un talento "extraordinario" en una biografía que reivindica la falta de interés de los escritores cacereños por su figura. De hecho, reprocha que "a pesar de su valía, tan solo tenga dos biografías" y define sus páginas como "un acto de justicia histórica".

Con tres tesis doctorales a sus espaldas -teología filosofía y derecho canónico-, Segura Sáenz fue un "adelantado a su tiempo", tal y como lo describe Vaz-Romero. En su prolífica carrera con aspiraciones más allá de las canónicas, la 'perla' de Comillas, apodo que se ganó en la universidad, fundó EL PERIODICO EXTREMADURA en 1923, un diario caracterizado, según desglosa Vaz-Romero en la biografía, "por ser especialmente informativo y alejado de todo partido político y de cualquier discusión de doctrina". El rotativo tuvo gran aceptación entre los cacereños debido a la "repercusión social" que tenía el obispo en la ciudad. "Se vendía de maravilla", concluye. Consciente de la necesidad de trasladar la información a la calle, también fue el encargado de sacar a la calle las revistas Mi parroquia y Eucaristía y juventud .

"Lo abarcaba todo", sentencia el escritor. Aunque fue la acción social la que quedó como referente de su herencia. El Real Patronato de las Hurdes, una institución de acción social que propició La Gota de leche y La casa del niño Jesús, una caja rural y un sindicato diocesano para defender los derechos de los obreros quedan entre su legado. Devoto de un icono cacereño, la Virgen de la Montaña, -subía cada semana al santuario- promulgó su coronación en el año 1924.

"Un hombre autoritario"

Y entre tanto blanco, un negro. Educado bajo un prisma conservador, no ocultaba su "carácter autoritario", apunta el biógrafo, que lo califica como "integrista y dogmático". De hecho, Vaz-Romero relata que el obispo mostró tanto su desacuerdo público a la república -se opuso al régimen y se exilió a Roma hasta 1937- e incluso se enfrentó al dictador Francisco Franco tras poner de manifiesto su rechazo a la exposición de una lista de caídos cuando era arzobispo de Sevilla. Asegura que el libro estará disponible en la librería Nazaret y la diocesana, al mismo tiempo que concluye que "Segura fue mucho Segura".