Los microcortes de luz se han disparado en una amplia zona del R-66, donde desde hace al menos dos meses se vienen produciendo de forma continua y diaria. Iberdrola reconoce la existencia del problema, que achaca a las cigüeñas, y asegura que buscar medidas para solucionarlo es para ellos una prioridad, "aunque no está resultando nada fácil", manifestaron a este diario responsables de su gabinete de comunicación y prensa.

Los afectados por estos pequeños cortes en el suministro eléctrico, la mayoría de las familias que residen en esta amplia zona del norte de la ciudad, afirman que se producen prácticamente a diario, "y en algunas ocasiones se han podido producir hasta cuatro o cinco en apenas media hora".

Aunque la pérdida de suministro es casi inapreciable, "pues en apenas un segundo la luz se va y vuelve", el principal problema "es que estos cortes están afectado a pequeños electrodomésticos, como los aparatos de DVD, la televisión..., ya que cada vez que se produce un microcorte se desintonizan y se hace necesario volver a programarlos", señalan algunos residente de la calle Isla de Tenerife, una de las afectadas. Estos añaden que son tan continuos "que a muchos ya se les han estropeado algunos aparatos, en algunos casos sin posibilidad de arreglo".

COMPLEJO PROBLEMA Responsables de Iberdrola a los que consultó EL PERIODICO reconocieron la realidad de este problema, que insistieron en asegurar se debe a las cigüeñas. Explicaron que en una línea aérea que entra en Cáceres desde Plasencia, precisamente por la zona afectada por estos microcortes, y que nunca había tenido problemas, "han anidado últimamente muchas cigüeñas y son estas las que los están provocando, porque sus excrementos y pequeñas ramas caen a la línea y esta, por el dispositivo de autodefensa de que dispone, se desconecta automáticamente causando los molestos microcortes".

Se trata, hicieron constar, de un problema externo a la compañía, "pero como afecta a nuestros clientes para nosotros es prioritario encontrar una solución, algo que estudian sin descanso nuestros ingenieros, pero que hemos de reconocer que no está resultando nada fácil, pues es un problema muy complejo".

Y es que según se explica desde Iberdrola en este asunto "tenemos un nivel de maniobra muy limitado, pues las cigüeñas son intocables, ya que los nidos están protegidos por medio Ambiente, y además en las zonas rurales también están prohibidas las líneas subterráneas, lo que hace realmente difícil, por no decir imposible, encontrar una solución a esta problemática".

Pero aún así, los ingenieros de Iberdrola trabajan en ello, "están estudiando qué opciones podría haber sin tocar los nidos", y ya se han llevado a cabo algunas iniciativas, como colocación de antinidos en las torres, colocación de postes alternativos para que las cigüeñas aniden... "pero ninguna medida ha sido hasta ahora efectiva, los nidos siguen aumentando hagas lo que hagas".

Por todo ello, los responsables de Iberdrola, que aseguran "sentir mucho el perjuicio que se está causando a los vecinos", piden comprensión a los usuarios.