Durante su vida ha trabajado en todo tipo de empleos. Ha sido limpiadora, cuidadora de ancianos, niños y enfermos; y además ha pasado muchas horas, de sol a sol, en las tareas agrícolas. A sus 61 años, Iluminada Domínguez, vecina de Moraleja, tiene un puesto de trabajo fijo en la empresa local Proaca (Productos Agrícolas e Cáceres).

Su jornada laboral de ocho horas, no le deja mucho tiempo para las tareas del hogar, aunque sus tres hijos -- de entre 27 y 33 años-- ya se cuidan solos. "Te tienes que organizar por las noches para dejar la comida preparada y aprovechar los fines de semana para limpiar a fondo".

Iluminada no piensa jubilarse. Le gusta su trabajo y se define como una persona activa. "Mientras pueda, no me quedo en casa, no valgo para eso", afirma.

Su tarea en la fábrica de conservas es "laboriosa, pero una vez que aprendes, es fácil". Entre banderillas, guindillas, pimientos del piquillo y aceitunas, Iluminada disfruta de su puesto de trabajo.