Cáceres, 7-10-1973. Un extremeño más de los que busca trabajo "de lo que salga". Ha sido administrativo en el SES.

--¿Qué tal le trata su ciudad? --Exceptuando el tema laboral, me encanta y siempre presumiré de ser cacereño. Soy un catov . Es una ciudad tranquila, que se puede recorrer andando de un lado a otro, no suele haber altercados y los cacereños somos bastante amables. O eso me han dicho amigos que han visitado la ciudad.

--¿En qué concentraría la inversión pública?

--Haría todos los esfuerzos para que en Cáceres hubiera alguna empresa que pusiera una fábrica importante para crear trabajo. Aquí todo el tema laboral esta concentrado en tiendas, bares o la aspiración que se nos enseña a los extremeños: haz tu carrera y luego prepárate unas oposiciones para trabajar como funcionario. Pero claro, luego no hay oficinas en la administración donde colocar a tanta gente. Si hubiera fábricas grandes a nivel nacional se daría trabajo y estos trabajadores podrían consumir y no se cerrarían tantos negocios como se están cerrando.

--¿Es de los que ven finales de los 80 y principios de los 90 como la época dorada de Cáceres?

--Sin duda. La ciudad estaba llena de estudiantes, mucho más que ahora. Personas otras ciudades venían para conocer cómo era eso que escuchaban de la movida cacereña. Se disfrazaba la gente en Carnavales. Los primeros años del Womad, conciertos como el de Dire Straits en el mítico año 92. Lo vivido deportivamente con un cacereño en la selección nacional, el ascenso del Cáceres a la ACB y todo lo que se vivió con ello.

--¿Cree que sigue siendo "la gran desconocida" a nivel turístico?

--Sí. Tenemos una parte monumental preciosa, pero no un icono que destaque por encima del conjunto, como en otras ciudades. Y tampoco creo que los cacereños hagamos mucho por promocionarlo. Es triste ver días festivos o puentes como hay excursionistas por las zonas cercanas a la parte antigua y todas las tiendas cerradas. Incluso hay personas de aquí que se quejan cuando ven alterada su tranquilidad cuando hay algún acontecimiento extraordinario, como el Womad, el mercado medieval o la Semana Santa.

--¿Cuál es su rincón favorito?

--Complicado decantarse por uno. Por las muchas sensaciones vividas, me voy a decidir por el pabellón Multiusos. En él me junto con los peñistas, mis amigos, disfruto de una de mis pasiones, el baloncesto.