El concejal que ordenó retirar el blasón del monumento de Colón al creerlo franquista y preconstitucional aclara los motivos de su decisión. Miguel López (Almendralejo, 1957) dice que lo hizo con la mejor voluntad, que no consultó a ningún experto para ello y que si finalmente el escudo es el de los Reyes Católicos, lo repondrá y pedirá disculpas.

--¿Por qué quitó el escudo?

--No se hizo por capricho, se hizo a raíz de una denuncia formulada por correo electrónico por un ciudadano. En ella aseguraba que ese escudo había sido instalado antes de la entrada en vigor de la Constitución y que tenía signos relacionados con la etapa del franquismo.

--¿Qué signos?

--El yugo, la flecha, el águila...

--¿Y consultó con algún experto para cerciorarse de que ese ciudadano tenía razón?

--No consulté a ningún experto antes de retirarlo y en ese sentido asumo toda mi responsabilidad. Pero, sinceramente, no creí que en algún momento mi decisión pudiera ser cuestionada. Pensé que el escudo tenía rasgos suficientes como para ser retirado.

--Tampoco consultó con la alcaldesa. De hecho ella se sorprendió al enterarse por EL PERIODICO de su decisión...

--No comuniqué a la alcaldesa ni a ningún miembro del gobierno que lo iba a quitar. La responsabilidad, repito, es mía. Nací durante la dictadura y soy un demócrata convencido. Si lo quité lo hice con la mejor voluntad del mundo. Porque cuando uno se ha peleado, ha corrido tanto delante de los grises, ha vivido la Transición y ha votado la Constitución siempre tiene el afán de restaurar el orden constitucional. Si al final de esta polémica el escudo no es franquista, no es preconstitucional sino que data de la época de los Reyes Católicos, pido de nuevo disculpas.

--Su decisión ha generado una oleada de críticas, vamos, que le han puesto verde...

--Todo el mundo tiene derecho a formular sus críticas. De humanos es equivocarse, el que se equivoca es el que está en la brecha. La gente piensa que cuando eres político lo normal es que las cosas las hagas bien porque para eso te pagan. Entonces, cuando metes la pata las críticas son feroces y desproporcionadas. Pero el equivocarse forma parte de la condición humana, lo que ocurre es que parece que el político tiene que tener una patente que le impide cometer errores.

--¿Cree que esta polémica ha tenido mayor repercusión porque no se han superado las rencillas entre bandos?

--Posiblemente. Aunque ha pasado mucho tiempo puede que no esté suficientemente superado y todavía en algunos comentarios se rezuma algún atisbo de que cualquier tiempo pasado fue mejor.

--¿Piensa entonces que el debate, en lugar de centrarse en el matiz histórico, se ha extrapolado a matices políticos?

--Creo que ese debate lo han generado en parte personas que no han superado cosas, pero, ojo, no pretendo con esto acusar de fascistas a todos los que me han criticado, no quiero generalizar.

--¿Y qué opina de quienes dicen que si quitó el escudo fue porque usted tampoco ha superado cosas?

--Cada uno tiene la trayectoria que tiene. Unos estuvimos más comprometidos que otros. Hubo sectores de la sociedad más comprometidos en terminar con la dictadura, para tener la democracia que hoy tenemos.

--Y eso le indujo a creer que ese escudo era franquista y que había que retirarlo...

--Después de más de 25 años de Democracia, con una Constitución votada por una amplísima mayoría, si veo un símbolo de la dictadura a mí me repugna e intento hacer lo posible para evitar que esas cosas sigan ahí porque no me son indiferentes.

--¿Y si al final el Ministerio de Cultura coincide con los expertos y dice que el escudo no es franquista, a usted le seguirá pareciendo franquista?

--El águila, el yugo y la fecha me lo recuerdan, pero doctores tiene la Iglesia y seré respetuoso con lo que digan los informes.

--¿Entiende esta polémica?

--Me parece que hay cosas más importantes que todo esto.

--Pues eso mismo le reprochan quienes le critican: que antes de quitar escudos que no deben quitarse hay que quitar baches...

--Hay comparaciones odiosas y esta es una de ellas. Estamos haciendo un esfuerzo importante en inversiones, en recuperar la calidad de vida de los ciudadanos. Quienes opinan eso son solo unos demagogos y a todos ellos les diría: Mire usted, yo me dedico todos los días a los baches, a las obras, a que la Semana Santa salga bien independientemente de mis creencias. Si retiré el escudo lo hice con la memoria histórica en la mano, igual que todas mis actuaciones: con la Constitución en la mano, aunque al final me haya equivocado.